jueves, 20 de diciembre de 2012

Bombones de chocolate blanco rellenos

Hoy os traigo unos bombones de chocolate blanco rellenos, una sugerencia para acompañar al café de después de comer. Si es que llegan porque en mi caso, los cachorritos se los comieron a dos carrillos y suerte tuvo quien pudo probarlos. Papá no, desde luego.

¿Qué por qué decidí hacer bombones? pues porque hace algo menos de un mes decidí unirme a un grupo de blogeras-cocineras (vale, vale, blogueros-cocineros, que algún hombre hay, sorry) que el día 20 de cada mes publica la misma receta. La misma no, cada una con su estilo: una de las organizadoras marca la pauta y dice qué tenemos que cocinar y las demás nos ponemos manos a la obra, con nuestra imaginación y nuestros medios y creamos.

Este mes le tocaba a Carolina, de "Tomillo, Laurel y otras cosas de comer". Nos propuso que hiciéramos bombones.
¿Sabéis cuál es la lección más importante que he aprendido haciendo bombones? No ha sido a atemperar el chocolate -porque no lo he hecho, oh, horror- ni a fundirlo -que ya lo hacía antes, pero ahora lo hago con los ojos cerrados-.
Lo que he aprendido es a no subestimar ninguna preparación en la cocina porque la cosa más sencilla del mundo (y mira que me parecía sencillo hacer bombones, así, con mi imaginación) se puede convertir en una odisea.
Y eso fue lo que me pasó a mí con los bombones... No voy a relatar mis desventuras en la cocina ni a dar la receta de mis bombones fallidos que no se solidificaron ni siquiera después de 24 horas en el congelador y que han derivado en una suerte de natillas de chocolate blanco que la cachorrita pequeña se come a cucharadas, encantada de la vida.

Al final, después de varios intentos, conseguí dos tipos de bombones bastante ricos, a juzgar por cómo se los comía el cachorrito mayor, que es poco dado a los dulces.

Ingredientes:
(para dos tipos de bombones diferentes)
  • 2 tabletas de chocolate blanco.
  • 3 cucharadas soperas de cereales de chocolate (nosotros utilizamos las bolitas que se ven en la imagen)
  • 8 galletas oreo
  • 1 cucharada y media de queso crema, tipo philadelphia.

Elaboración:
Bombones crujientes:

  • Fundir una tableta de chocolate blanco. Lo puedes hacer al fuego, con el fuego bajo y sin dejar de remover para que no se agarre o en el microondas, en un cacharro de cristal o cerámica: se pone a calentar, a intervalos de 30 segundos se va sacando y removiendo para que se mezcle bien y evitar que se nos queme.
  • Mezclamos el chocolate fundido con los cereales y con una cuchara vamos depositando montoncitos sobre una bandeja forrada con papel de hornear. 
  • Dejamos reposar hasta que el chocolate se solidifique o, si es necesario, lo metemos en el frigorífico.



 Bombones rellenos de galletas oreo:

  • Trituramos las galletas oreo y las mezclamos con el queso crema hasta obtener una pasta que nos permita moldearla.
  • Les damos la forma que más nos apetezca; en esta ocasión, yo hice bolitas muy pequeñitas porque me apetecía más que fueran como bocaditos diminutos y no bombones gigantes, pero eso ya, al gusto. Depositamos las bolitas en una bandeja forrada con papel de hornear.
  • Fundimos el chocolate blanco de la misma forma que he explicado anteriornemte y bañamos las bolitas en el chocolate todavía caliente con cuidado de no quemarnos.
  • Volvemos a poner sobre el papel de horno y dejamos que se enfríe, a temperatura ambiente o metiéndolos en el friogorífico.


Observaciones:
  • Cuidado con el chocolate: puede quemar mucho cuando está recién fundido. Estas recetas son sencillitas y se pueden preparar con niños (de hecho, yo lo hice), pero teniendo mucho cuidado de que no se quemen).
  • Si no nos comemos los bombones inmediatamente, se pueden conservar en el frigorífico, pero bien cerrados, en un tupper o en una bolsa de plástico de esas de congelar alimentos que cierre bien. El chocolate tiende a coger todos los olores del frigorífico, así que si nos cerramos, en vez de a chocolate, sabrán "a frigorífico" y ya... pues no tienen gracia, la verdad.

¿A quién no le gusta el detalle de acompañar el café con un buen bombón?
Pues si te apetece uno, mira los que prepararon el resto de mis compis de desafío: pincha aquí.

El próximo día 20 de enero, nuevo Desafío en la cocina. Esta vez será una receta salada propuesta por Mabel, de "A nadie le amarga un dulce".

Panettone


He de confesar dos cosas respecto al panetone: la primera es que era un pan que no me terminaba de gustar hasta que he probado este hecho por mí (vaya, modesta la señorita) y la segunda que cuando me llegó la propuesta de Clara, de "Bake the world" para experimentar con panettone este mes, me eché a temblar. Me entró el pánico escénico.
Y es que "ver" a panaderos más avezados e infinitamente más experimentados que yo sufrir con el panettone, marca mucho. Hace justo un año fue receta del mes en el foro del pan, pero no me atreví a prepararlo, a la vista de lo que les costaba a ellos.
Pero cuando llegó el correo de Clara, me dije "esta vez tienes que intentarlo". Eres tú o el panettone. 
Hemos podido convivir con éxito. Bueno, no, nos lo hemos zampado, nos lo hemos merendado y desayunado hasta que no han quedado ni las migas porque estaba ¡¡buenísimo!!
Puntualizo que no es un panettone tradicional por varios motivos. 
Dice la wikipedia que el panettone es un pan navideño, tipo brioche, oriundo del norte de Italia, relleno de pasas y frutas confitadas. En casa no nos gustan ni las pasas ni las frutas confitadas, así que para el relleno he utilizado nueces, almendras y chocolate. Primer desvío de la receta original. Y, ahora que lo pienso, tal vez el motivo por el que no me gustaban los panettone que había probado hasta ahora.
El segundo motivo es que no me he atrevido con la masa madre. Ni de lejos la domino, así que no he querido meterme en ese jardín, por el momento. Está elaborado con levadura y un prefermento.

Con estas premisas, navegué un poco por internet y encontré varias recetas que podían valerme y en las que me he inspirado: la de Hilmar y la de Kanela y Limón.
Los ingredientes son básicamente los que usa Hilmar, pero he reducido drásticamente las cantidades porque ella da la receta para "ocho panettone de 350 gramos", lo cual supera con creces la capacidad de mi familia para comer panes dulces (o cualquier otra cosa, todo hay que decirlo).
Ingredientes
(para dos panettone de 350 gr. aproximadamente):
Para el prefermento:
  • 150 gr. de harina de fuerza
  • 90 ml. de leche
  • 2 gr. de levadura fresca
Para la masa:
  • Todo el prefermento
  • 350 gr. de harina de fuerza
  • 20 gr. de levadura de panadero
  • media cucharadita de sal
  • 150 gr. de azúcar
  • 3 huevos
  • 2 cucharadas de esencia de vainilla
  • 2 cucharadas de agua de azahar
  • 5 gr. de chocolate blanco
  • 200 gr. de mantequilla sin sal, ligeramente ablandada. Iba a poner a temperatura ambiente, pero tal y como está el ambiente por aquí (estamos llegando a los 3º bajo cero), mejor no.
Para el relleno:
  • Una tableta de chocolate blanco partida en trozos bien pequeños. Se pueden emplear gotas de chocolate blanco, pero yo no las encuentro en mis lugares de compra habituales, así que uso la desestresante técnica de golpear las cosas con el rodillo.
  • 150 gr. de gotas de chocolate negro (o una tableta machacada como la anterior)
  • 150 gr. de almendras laminadas
  • 150 gr. de nueces picadas en trozos medianos.

Elaboración:
Quiero puntualizar, antes de nada, que me ha parecido un dulce trabajoso, pero no tan complicado como me temía. También es cierto que, para evitar los problemas de levado que había leído el año pasado en la receta del mes del foro del pan (os remito a su lectura en el enlace que puse al principio de esta entrada), utilicé bastante más levadura de la que suelo usar en este tipo de panes.
  • Comenzamos preparando el prefermento, con una antelación de 12 horas, aproximadamente, dependiendo del clima: mezclamos bien todos los ingredientes del mismo en una fuente de cristal o de porcelana, tapamos con un papel film y dejamos reposar.
    No os voy a hablar yo ahora de los prefermentos porque no es el momento y porque ya lo hacen otros que saben más por mí. Por si a alguien le interesa, aquí hay mucha información sobre el tema.
    Solo aclararos que tiene que estar más o menos así de burbujeante:
  • Cuando nuestro prefermento esté así de bonito, comenzamos con la elaboración de la masa. Yo utilicé mi adorada panificadora. Supongo que se puede hacer a mano, pero es una masa tan pegajosa que no me imagino haciéndolo a la manera tradicional. Fue uno de los momentos en los que más comprendí los desvelos de los foreros panarras que ya he mencionado en un par de ocasiones en esta entrada. Prometo no hacerlo más para no desanimar a nadie.
    Ponemos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes de la masa salvo la mantequilla y el prefermento, primero los líquidos y luego los sólidos. Seleccionamos el programa de amasado y cuando estén integrados añadimos el prefermento; continuamos amasando. Añadiremos la mantequilla cuando la mezcla esté homogénea.
    La masa quedará muy líquida. Tenemos que resistir la tentación de echar más harina porque queremos que el panettone tenga una textura ligera, no que sea un mazacote. Al principio, será más o menos así:


Tenemos que continuar amasando hasta que la masa se haga una bola. Cuesta bastante: yo tuve que repetir el programa de amasado unas cuatro veces y, por un momento, creí que iba a ser imposible que se convirtiera en esto:

Pero al final, como veis, lo conseguí. De verdad, seguid este consejo y no echéis más harina aunque la masa sea pegajosa en exceso porque entonces es probable que nuestro panettone sea mucho más duro.
  • Dejamos levar la masa el tiempo que necesite para doblar su volumen. Yo lo dejé levar al principio con el propio programa de la panificadora para que con el calorcito lo hiciera algo más rápido; luego desenchufé la máquina y lo dejé otro buen rato ahí dentro.
    Pasadas dos horas o algo más, mi masa estaba así:

  • Enharinamos ligeramente la superficie de trabajo y volcamos la masa encima. La dividimos en dos y reservamos una de ellas.
  • Estiramos con el rodillo, también enharinado una de las mitades y extendemos sobre ella los ingredientes que hayamos elegido como relleno, tal y como se ve en la imagen. En este caso utilicé chocolate blanco y nueces, los dos troceados.

  • Enrollamos la masa sobre si misma y cortamos el rollo en cuatro trozos.



  • Vamos colocando cada uno de los trozos en el molde del panettone.
    Vale, aquí he de hacer un inciso para contar otra de mis "innovaciones": no tenía moldes de panettone, ni ganas de hacer uno (las manualidades no son lo mío), así que utilicé flaneras, como se ve en las imágenes.
    Colocamos un trozo del rollo de panettone al fondo de la flanera (o del molde tradicional si hemos decidido hacerlo o comprarlo) y aplastamos un poco. Continuamos poniendo los otros tres trozos y aplastando un poco cada uno de ellos.
    Primer panettone, justo antes de empezar el segundo levado

  • Dejamos reposar nuestro primer panettone tapado con un paño en un lugar alejado de corrientes de aire (¿por qué no dentro del horno apagado?) y nos ponemos con el segundo repitendo la operación: estirar con el rodillo, colocar el relleno por encima (este otro lleva chocolate negro y almendras fileteadas); enrollamos, partimos y disponemos en nuestro molde sin olvidarnos de aplastarlo, lo tapamos con un paño y  lo dejamos levar por segunda vez:


Lamentablemente no tengo foto del segundo panettone antes de comenzar este segundo levado.
  • Así que ya tenemos nuestros panettone en sus moldes respectivos reposando. Están haciendo su segundo levado que puede llevar otro par de horas o bastante más, dependiendo de muchos factores. Con masa madre tardan muchísimo más, evidentemente.
    Puesto que yo usé bastante levadura, tardaron menos y, aún así, debieron de estar como 3 o 4 horas reposando. Hay que tener en cuenta, además de la temperatura, que es un pan enriquecido, con mucha grasa, y eso dificulta el levado. Paciencia, chicos, que el resultado merece la pena.
  • Cuando hayan vuelto a doblar su volumen (esto de doblar el volumen es aproximado porque no creo que haya manera de medirlo, es más bien a ojimétro o con práctica) están ya casi listos para meterlos en el horno.
    Mirad la difernecia entre el antes y el después del segundo levado; si ya en este momento tenía buena pinta.

  • Ultimamos la masa: parece que la tradición dice que antes de meterlo en el horno hay que hacerle un corte en forma de cruz en la parte superior. No tengo muy claro si esto es el greñado del panettone o simplemente una alusión a su caracter religioso, puesto que se consume fundamentalmente en navidad. En cualquier caso, yo lo hice, por si las moscas.
    Así que les hacems un corte en forma de cruz y le añadimos unos daditos de mantequilla dura por encima.
    Antes de ponernos con estos últimos retoques, precalentamos el horno, bien fuerte, para que vaya cogiendo temperatura.


  • Bajamos la temperatura del horno a 180º e ntroducimos los panettone. Deberán estar ahí dentro unos 40 minutos.
    Si vemos que se doran demasiado por la parte superior, los tapamos con papel de aluminio para evitar que se nos quemen.
  • Y ahora os voy a contar otro paso que yo no hice por motivos obvios: se supone que cuando se sacan del horno hay que pinchar los panettone por la parte de abajo, y colgarlos con el "copete" hacia abajo para evitar que se nos hunda la miga.
    Puesto que mis moldes eran flaneras, no pude pincharlas, así que me salté este paso. En vez de colgarlos, los dejé reposar tumbados y girando de vez en cuando la flanera para que no se aplastara. Ningún problema.


De verdad que he disfrutado como una enana elaborando estos panes. Y es que me estoy dando cuenta de que una de las cosas que más me gustan de la cocina es trabajar con masas de pan y aunque sé que aún me queda mucho por aprender, me encanta ir viendo como poco a poco me voy atreviendo con cosas más complejas y que, además de estar buenísimas, ¡¡me resultan divertidas!!

Así que quiero agradecer a Clara el haberme "obligado" a atreverme con el panettone porque creo que sin su propuesta del mes de diciembre no me habría lanzado.
A los cachorritos, además, les ha encantado. El de chocolate blanco era especial para el mayor que no es muy amante de los dulces, pero el chocolate blanco le encanta. Y la cachorrita, como hace a todo, me pidió "pan de chocolate" varias veces para merendar. Así que sin duda ninguna, repetiré la experiencia.

¡¡Feliz Navidad!! y feliz panettone, ¡tenéis que probarlo!


lunes, 17 de diciembre de 2012

Magdalenas de agradecimiento


Hoy tengo una entrada especial porque no incluye receta. Bueno, receta sí, pero una que tenía ya publicada en el blog: magdalenas con pepitas de chocolate.

Como tiene una pequeñísima variación, luego os contaré la receta, pero antes quería agradecerle a Beatriz, de "Sin salir de mi cocina" y a Pirex la contribución a esta receta, porque fui ganadora (¡¡¡sí!!! Creo que por primera vez en mi vida me tocó algo en un sorteo) del sorteo que ella organizó en colaboración con Pirex. El viernes recibí los moldes de regalo y ayer mismo preparé unas magdalenas para probar uno de ellos. Ya tengo en mente, además, lo que voy a preparar para estrenar el otro, pero aún no he tenido ocasión.

Estas magdalenas son de agradecimiento y, además, las favoritas de los cachorritos.

Ingredientes:
  • 2 huevos
  • 175 gr. de azúcar
  • 110 gr. de harina de repostería
  • 100 gr. de harina integral
  • 60 ml. de leche desnatada
  • 100 ml. de aceite de oliva suave
  • 90 ml. de zumo de naranja (dependiendo del tamaño de la naranja, viene a ser el zumo de una o una y media)
  • 100 gr. de pepitas de chocolate.
  • 5 gr. de levadura tipo royal.
¿Cómo se hacen?
  • Mezclamos los huevos con el azúcar y batimos bien hasta que se integren y la mezcla comience a blanquear.
  • Vamos añadiendo la leche, el aceite de oliva y el zumo de naranja, uno cada vez y asegurándonos de que queda bien integrado antes de añadir el siguiente. La finalidad de hacerlo de esta manera es simplemente aumentar el tiempo en el que estamos batiendo la mezcla para que así se introduzca más aire en ella y las magdalenas queden más esponjosas.
  • Añadimos, a continuación, la harina y la levadura. Batimos bien y, cuando esté todo bien mezcladitos, continuamos batiendo durante tres minutos a velocidad alta.
  • Dejamos reposar la masa, tapada con un paño, en el frigorífico durante al menos una hora.
  • Pasado el tiempo de reposo, vertemos la mezcla en las cápsulas de magdalena, hasta las 3/4 partes de su capacidad y horneamos a 210º (horno previamente precalentado; podemos precalentarlo mientras vamos rellenando las cápsulas) durante 10 minutos aproximadamente. Como cada horno es diferente, los tiempos de horneado pueden variar, así que siempre recomiendo vigilarlo y muy especialmente cuando se trata de bollitos pequeños que se nos pueden quemar con facilidad al menor despiste.
    Antes de meterlas en el horno podemos espolvoreárlas con azúcar blanquilla para que salga la costra de azúcar tan característica de las magdalenas. Sed generosos si os gustan de esta manera.
Observaciones:
Yo suelo meter las cápsulas de papel de las magdalenas en flaneras pequeñas de aluminio para darles consistencia y soporte porque si usamos solo papel es probable que, con el peso de la masa, se abran y, entonces, no les salga un copete bonito.
Pero en esta ocasión utilicé el molde de Pirex. Lo usé tal cual, sin cápsula de papel. Solo para seis mágdalenas, como véis en la foto. El resto las hice como de costumbre.
Para esto es buenísimo este molde, ya que es totalmente rígido. Veréis en las fotos que a las magdalenas que hice en él les ha salido un copete de escándalo. Además, es antiadherente y se desmolda de maravilla.




Reitero, desde aquí, mi agradecimiento a Betariz y a Pirex por el desayuno de hoy. Gracias, de corazón.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Donuts


Casi siempre ocurre que tienes que probar varias versiones de una receta hasta encontrar la que a ti te gusta. Y eso no significa que sea la buena ni siquiera que sea la definitiva. Simplemente que, de las que has hecho hasta entonces, es la que más te ha gustado.
Pues eso me ha ocurrido a mí con los donuts -palabra que, por cierto, he buscado en el rae y no aparece, lo cual nos deja cierta libertad para escribirla como nos plazca-.

Desde que me enteré de que había una maquinita que hacía donuts me encapriché de ella y como el precio es bastante asequible, a la que pude, se vino para casa. Os presento a la culpable:

Es parecida a una sandwichera, solo que en vez de meter dentro pan de sandwich relleno de jamón y queso, se mete la masa de los donuts. Me parece genial por varios motivos: mancha menos que si los hacemos fritos y, sobre todo, nos ahorramos las grasas de la fritura.

Así que, teniendo la donutera en casa, solo me faltaba encontrar una receta de donuts ricos ricos. He hecho una mezcla entre los de Kisa y los de Laura, una de mis compis de desafíos, con alguna aportación personal porque había comprado el cardamomo, pero la vez anterior lo había usado como en la receta de Kisa y no me había gustado el sabor tan intenso, así que decidí preparar una infusión como paso previo para aromatizar la leche, pero que no se notara demasiado. Quedó perfecto porque sí se aprecia sutilmente el aroma. Y creo que el puntito especial se lo otorga la miel; miel que habían traído los abuelos de los cachorritos de un viaje a León no hace demasiado tiempo.

Ingredientes para la masa:
  • 10-12 vainas de cardamomo
  • la piel de una naranja
  • 120 ml. de leche
  • 300 gr. de harina de fuerza
  • 40 gr. de mantequilla sin sal
  • 40 gr. de miel
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de extracto de vainilla.
  • 6 o 7 gr. de levadura fresca de panadero.

Ingredientes para las coberturas:
  • 3 o 4 cucharadas de extracto o esencia de vainilla
  • 6 cucharadas de azúcar glass.
  • 1 tableta de chocolate para fundir.
Preparación:

  • Infusionamos toda la leche con las semillas de cardamomo y la piel de naranja durante 10 minutos aproximadamente, cuidando de que no se nos agarre al cazo. Dejamos templar el líquido, añadiendo algo más de leche si es necesario (puede que, al cocer, se haya evaporado algo; en ese caso, añadimos hasta completar los 120 ml)
  • Cuando la leche esté tibia, preparamos un prefermento con al menos 12 horas de antelación, dependiendo de la temperatura ambiente. Ahora que hace frío yo recomiendo esas 12 horas para que la levadura tenga tiempo de actuar. En verano, sobre todo con el clima madrileño, con 4 o 5 horas será más que suficiente.
    Mi costumbre es prepararlo la noche anterior si, como en este caso, los donuts -o cualquier otro bollito, porque yo casi todos los hago con prefermento- van a ser para la merienda.
    El prefermento lo haremos con 150 gr. de harina de fuerza, los 120 ml. de leche infusionada y 1 o 2 gr. de levadura fresca de panadero. Mezclamos bien hasta que quede una pasta homogénea, tapamos con un papel film y dejamos reposar el tiempo necesario.
  • Pasadas las 12 horas, ponemos en la cubeta de la panificadora el prefermento y el resto de los ingredientes de la masa y amasamos bien hasta obtener una masa homogénea y brillante. Algo parecido a esto:
  • Volcamos en un cuenco de cristal o cerámica, tapamos de nuevo con papel film y dejamos reposar hasta que doble su volumen. Cuánto pueda tardar, dependerá, una vez más, de la temperatura exterior.
    Yo lo tuve en el maletero del coche a la intemperie (me va a resultar difícil repetir la receta tal cual la próxima vez) unas 4 horas, mientras comíamos por ahí con la familia. Luego nos acercamos a casa de mi prima y fue allí donde terminamos la preparación.
  • Una vez que la masa ha doblado su volumen, cogemos la donutera, la enchufamos y pintamos los huecos de los donuts con aceite de oliva suave.
    Con las manos untadas de aceite, vamos cogiendo porciones pequeñas de masa, les damos la forma y los ponemos en los huecos. Hay que tener cuidado con no coger demasiada masa porque con el calor volverá a hincharse y si hemos llenado en exceso el hueco de los donut, la tapa se abre, por la fuerza de la masa, y se nos pueden quedar crudos por dentro.
  • Vamos sacando los donuts cuando estén doraditos, los dejamos reposar sobre una rejilla mientras continuamos con las tandas siguientes. Mi maquinita hace unos 8 donuts de una vez. No nos olvidemos de volver a pintar con aceite los huecos cada vez que vayamos a hacer una tanda nueva.
  • Cuando los tengamos todos listos, preparamos las coberturas.
  • Cobertura de chocolate: fundimos al baño maría, en el microondas o directamente en un cazo a fuego medio -según sea nuestra costumbre- el chocolate. Con cuidado de no quemarnos, sujetamos uno a uno los donuts con dos deditos y los sumergimos en el chocolate hasta donde queramos. Devolvemos a la rejilla para que se enfríe y se solidifique.
  • Cobertura de vainilla: En un plato hondo, cuenco o ensaladera echamos las 6 cucharadas de azúcar glass; vamos añadiendo cucharada a cucharada extracto de vainilla y mezclando. Si la pasta es muy espesa o no se mezcla bien, añadimos una más, teniendo cuidado de que no quede demasiado líquido; debería quedar una textura más o menos como la del chocolate fundido.
    Y procedemos igual que con la cobertura de chocolate: sumergimos los donuts y los devolvemos a la rejilla para que solidifique.
Muy ricos, ¿quién dijo que en una reunión familiar o de amigos no podemos servir unos donuts aunque sea navidad?
Y no es que sepan como los donuts comprados, pero para mí eso es un punto a favor porque la bollería industrial no me gusta, así que...

Prometo poner foto del corte la próxima vez que los haga. ¡¡Y también de los de cobertura de azúcar!!

¡Ah! Si no tenemos donutera, bastará con freír los dontus en abundante aceite de oliva. Tendremos que tener la precaución de no ponerlo demasiado caliente porque, en ese caso, se nos quedarían muy tostaditos por fuera y casi crudos por dentro.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Pavo asado

Como dije en la última entrada, estamos en vísperas de navidades y hay que ir pensando en los menús. 
Hoy os propongo una receta sencilla porque se hace en el horno. A mí me gusta mucho utilizar el horno, especialmente cuando hay invitados en casa porque el tiempo que él se dedica a cocinar "solito" tú puedes invertirlo en preparar un buen postre que suelen ser más entretenidos, una ensalada para acompañar o los entrantes.
Además, al tratarse de carne de pavo -o, más concretamente, en esta ocasión, pavita, según le dijo el carnicero al padre de los cachorritos- tiene poca grasa, con lo cual, aligeramos un poco toda la carga calórica que solemos menternos al cuerpo en estas fechas.
Si a esto le añadimos las verduritas que sirven de guarnición, tenemos una comida, además de rica, muy saludable.
Ingredientes:
  • 2 kg aproximadamente de carne de pavo. En esta ocasión nosotros usamos una pavita que el carnicero nos troceó no demasiado para evitar que al asarla se quedara seca. El papá de los cachorritos fue el responsable de hacer la compra y, pese a que yo le había encargado otra cosa, fiándose del criterio del carnicero, fue lo que trajo a casa. Estaba bien rico, todo hay que decirlo.
  • Un puerro grande o dos medianos
  • 2 zanahorias hermosas
  • 100 gr. de taquitos de bacon.
  • 4 cucharaditas de miel
  • sal y pimienta, al gusto. Yo no suelo echar pimienta en mis platos porque a los cachorritos no les gusta "la comida que pica".
  • Un vaso de vino blanco.
Elaboración:
  • Disponemos en el fondo de una fuente apta para horno, los taquitos de bacon, el puerro bien lavado y las zanahorias cortado en rodajas.

  • Sobre esta cama, colocamos la carne. Salamos al gusto


  • Regamos con el vaso de vino blanco y pintamos con la miel.  

  • Metemos en el horno precalentado a 200º. Horneamos durante una hora aproximadamente, cuidando que no se nos queme. El tiempo es orientativo, en función de la cantidad de carne y de la potencia de nuestro horno.
Observaciones:
  • Se puede servir acompañado de unas patatas asadas. De esta manera aprovechamos el horno para cocinar también la guarnición. Pero como a mí más me gusta es con un poco de cuscús que, una vez preparado, se mezcla con la salsita y las verduras y está ¡¡delicioso!! Qué se lo pregunten a la cachorrita.
  • Cuando cocino carnes -y también pescados, pero sobre todo carnes- en el horno, suelo prescindir del aceite. Con los jugos que suelta la carne y el resto de aderezos que le echo, queda una salsita de lo más sabrosa. De hecho, al día siguiente preparé un tupper con los restos para llevar a la oficina a base de las verduritas, la salsa y cuscús: cuscús con verduras. Delicioso también.
  • Esta receta, además, se puede dejar preparada con cierta antelación, de forma que distribuimos el trabajo si no tenemos demasiado tiempo para cocinar el día D. Bastaría con dejarla un poco menos de tiempo en el horno y un rato antes de servir, completar la cocción.
¡Buen provecho!

martes, 4 de diciembre de 2012

Bizcocho marmolado de calabaza


Después de algún intento semi-fallido de hacer un bizcocho de calabaza rico de verdad, he dado con la receta. He de decir que la idea que me inspiró fue la de mi compi de desafíos, Mabel, de "A nadie le amarga un dulce", aunque ahora que estoy revisionando su entrada, a ella le quedó mucho más bonito.
Lo que pasa es que mi cámara de fotos, para sintonizar con los tiempos que corren, ha decidido ponerse de huelga y me estoy apañando con el móvil. Y, para ser sinceros, apañarse, en este caso, es decir mucho porque las fotos dejan bastante que desear...


A cambio, el bizcocho estaba muy rico; me ha encantado el toque ligeramente amargo que le otorga el chocolate; para los muy golosos o para quien no disfrute de este sabor, sería conveniente aumentar la cantidad de azúcar de la masa.

He usado un vaso como medida. Un vaso normalito, de los de agua de toda la vida pero, puesto que el vaso es la medida, cualquiera nos valdría siempre y cuando utilicemos el mismo vaso para medir todos los ingredientes.
Ingredientes:
  • 1 vaso y medio de leche evaporada. Se puede sustituir por nata líquida, pero a mí me gusta, de vez en cuando, hacer bizcochos con leche evaporada que es más ligera y así no aumentamos tanto la cantidad de grasa que consumimos.
  • 2 vasos de harina de repostería.
  • 1/2 vaso de aceite de oliva suave. Se puede usar aceite de girasol, pero nosotros en casa no lo consumimos; nos gusta más el de oliva.
  • 1/2 vaso de azúcar.
  • 2 huevos
  • 250 gr. de calabaza
  • 6 cucharadas colmadas de cacao puro en polvo . Yo usé el de la marca Valor.
  • 1 sobre de levadura tipo royal.
Elaboración:
  • Trocear la calabaza y hacerla puré.
    La forma más rápida es meterla al microondas durante un tres o cuatro minutos; se saca y se aplasta con un tenedor. Dependiendo de la potencia del microondas, podemos necesitar un poco más o menos de tiempo: mejor controlarlo cada dos minutos para que no ocurra ningún incidente.
  • Mezclar la calabaza con los ingredientes líquidos -sí, aunque suene raro, consideramos líquidos los huevos-.
  • Tamizamos la harina con la levadura e incorporamos a la mezcla anterior.
  • Separamos aproximadamente una tercera parte de la masa y la mezclamos con las 6 cucharadas de cacao puro. Tiene que quedar bien integrado.
  • Preparamos la olla de la cocifacil o la fuente que vayamos a llevar al horno: engrasar ligeramente el molde.
    En esta ocasión, aunque tenía intención de meterlo en el horno, al final terminé haciéndolo en la cocifacil porque me facilita mucho la labor para los bizcochos y porque tenía el horno saturado con la comida de ese día -que teníamos invitados en casa-.
  • Vertemos las masas en la cubeta, alternando capas de una y de otra para obtener el efecto marmolado y programamos el menú horno, 45 minutos.
  • Al terminar el programa, pinchamos con un palito (o con el regalo de mi AIG, que estrené en esta ocasión) para comprobar que está bien hecho por el centro.
Al padre de los cachorritos le encantó, aunque ha puntualizado que estaría delicioso con un helado de vainilla. Todo es probarlo.

Y ya anticipo que esta será una de las últimas entradas con "ingredientes de otoño" porque ha comenzado diciembre y entramos en las navidades en un plis plas, como aquél que dice. Es necesario ir preparándonos para estas fiestas, también a nivel gastronómico.
En las próximas semanas me dedicaré a postres y recetas navideñas, combinadas con otras más ligeras para que los kilos no se nos acumulen en las cartucheras y tengamos que lamentarnos luego, en enero.
Sin embargo, tengo alguna cosita por ahí atrasada que probablemente iré intercalando con las anteriores.

Observaciones:

Para hacerlo en el horno, precalienta este mientras que estás preparando la masa, a 180º. Haz la masa igual que antes, engrasa un molde apto para horno y vuelca la masa en él, primero parte de la masa blanca y luego parte de la chocolateada, alternándolas, hasta terminar con ambas.
Hornea durante 40-50 minutos o hasta que pinchando con un palillo, salga limpio.