Vaya por delante que esta receta no era para los cachorritos porque a ellos, como a la mayoría de los niños (por no decir todos los que conozco) no les gusta la coliflor.
Pero a mamá sí le gusta, así que de vez en cuando la compro. Solo de vez en cuando porque una coliflor para mí sola, por mucho que la comparta con la abuela de los cachorritos, me da para aburrirme e inventarme diferentes formas de cocinarla.
La que más me gusta, sin duda, es con bechamel, como os conté hace un par de semanas aquí. Pero esta vez, al hacerla al vapor, se me quedó demasiado blanda y a mí las verduras blandas no me van demasiado, así que pensé en prepararla de otra manera.
La que más me gusta, sin duda, es con bechamel, como os conté hace un par de semanas aquí. Pero esta vez, al hacerla al vapor, se me quedó demasiado blanda y a mí las verduras blandas no me van demasiado, así que pensé en prepararla de otra manera.
También he de decir que estos buñuelos son adaptación de una receta de la suegra de mi hermana. Y digo adaptación porque ya no recuerdo la fórmula original. Más o menos, era así o "asao", pero yo le he ido dando mi toque y, al final, han salido tal cual os cuento ahora.
Necesitaremos:
- 1/2 coliflor grande o una mediana cocida al vapor, bien blandita.
- 1 huevo
- 2 o 3 cucharadas de pan rallado
- 1 cucharadita de semillas de lino
- 1 cucharadita de semillas de sésamo
- 1 cucharadita de semillas de girasol
- 1/2 cucharadita de sal (solo si no se la habéis echado a la coliflor al cocerla)
- harina para rebozar
- aceite de oliva para freír.
Elaboración:
- Ponemos la coliflor en un bol grande y la chafamos con un tenedor.
- Añadimos el huevo, las semillas y la sal, en su caso. Mezclamos bien hasta que quede una pasta homogénea.
- Añadimos el pan rallado, cucharada a cucharada, si la textura de la masa nos lo pide. Debe quedar pringoso, pero no demasiado blando, que nos permita hacer las bolitas.
Demasiado consistente dará como resultado unos buñuelos muy pesados y, quizá, duros. Por eso recomiendo añadir primero una cucharada y remover. Si vemos que aún nos costará dar forma a los buñuelos, añadimos otro poco. Y así hasta obtener una consistencia parecida a la que véis en la foto.
La cantidad de pan rallado a añadir variará en función del tamaño del huevo y de la cantidad de coliflor, fundamentalmente. - Con una cuchara, vamos cogiendo porciones de masa, dándoles forma de bola y enharinándolas. Reservamos.
- Ponemos a calentar una sartén con aceite de oliva. Cuando el aceite esté bien caliente, pasamos los buñuelos por él hasta que se queden doraditos, con cuidado de no quemarlos.
- Sacamos del aceite y los dejamos reposar unos minutos sobre un papel abosrbente para que eliminen el exceso de aceite, antes de servir.
Sugerencias:
- Pueden servir como entrante original y saludable, acompañadas de un poquito de mayonesa.
- Servidas con una buena ensalada verde, consituyen una cena ligera y muy sana.
- Y también pueden ser un primer plato de verdura cocinado de una forma diferente, que "no parece verdura" y que tal vez anime a los más reacios porque el sabor de las semillas atenúa un poco el de la coliflor, que no a todo el mundo gusta.
Postdatas
(que nada tienen que ver con la receta):
Estoy cambiando la apariencia del blog, para sentirme más a gusto con su estética. No puedo prometer que esta sea la definitiva; solo espero no volveros locos y que os gusten los cambios.
Os recuerdo, además, que va quedando menos tiempo para que preparéis (¡¡oh, dios mío!! también me queda menos a mí y todavía no me he puesto a ello y la fecha del desafío dulce de este mes se acerca peligrosamente) una tarta para celebrar mi primer cumple-blog. Aquí tenéis toda la información que necesitáis.
¡¡Animaos!!