viernes, 30 de enero de 2015

Galletas de muesli

Me encantan las galletas. Amo i biscotti.
Así, en dos idiomas. Uno, el que domino -aunque ojalá lo dominará aún más-; otro, el que adoro y me encnataría dominar. 

Últimamente me he hecho asidua a visitar el blog de Vera, La pasta ristottata, por varios motivos: porque me encanta la cocina italiana (Italia, en general), porque tiene recetas súper chulis y porque las escribe en los dos idiomas, castellano e italiano. Yo intento leerlas siempre en italiano, pero si me queda una dudilla, tengo la traducción ahí al ladito. Os recomiendo que lo visitéis.
Además, ahora está haciendo un concurso de galletas en el que yo voy a participar con estas galletas de muesli.


Son súper sencillitas, perfectas para que los cachorritos puedan hacerlas solitos; solo tendremos que ayudarles a la hora de meterlas y sacarlas del horno, para que no se quemen. Además, nos van a valer para reciclar esos restos de muesli del desayuno que están un poco olvidados en el fondo del armario, aunque en nuestro caso, compramos una caja ex profeso para hacer las galletitas que, dicho sea de paso, están deliciosas.

Así que, vamos ya con la receta:

Aclaración sobre el muesli:
en este caso, usé una variedad que lleva frutas secas (plátano, manzana, papaya y pasas)
 Podéis usar, como he dicho antes, cualquier cereal de desayuno que tengáis en casa, muesli o de otro tipo. Solo tened cuidado por si los copos fueran demasiado grandes; en ese caso, tendríais que triturarlos un poco.
Además, mi receta no lleva azúcar porque fue suficiente con la que tiene el muesli. Esto también podría variar en función del tipo de cereales que usárais.
  1. Mezclamos todos los ingredientes en un bol amplio, removiendo con una cuchara de madera y cuidando de que todos los copos de muesli se empapen bien de los elementos líquidos. Dejamos reposar unos minutos para asegurarnos de que están jugosos.
  2. Forramos una bandeja de horno con papel parafinado o con una lámina de silicona y vamos depositando sobre ella cucharadas de la mezcla de muesli.
    Ojo: hay que ponerlas separadas para que las galletas no se peguen y aplastarlas luego un poco con la cuchara para que queden finitas.
  3. Horneamos a 200º durante 10-15 minutos, hasta que veamos que los bordes empiezan a ponerse doraditos.
  4. Sacamos y, con mucho cuidado para no romper las galletas, las colocamos sobre una rejilla hasta que estén frías.
  5. Opcionalmente, una vez frías, se pueden bañar con chocolate fundido. Era nuestra intención, pero no nos quedó ninguna, ¡¡nos las terminamos antes!!! Y es que están deliciosas :)




Podéis pasar a ver más recetas participantes en el concurso pinchando en la imagen de abajo:

¡¡Pasad un buenísimo fin de semana!!

miércoles, 28 de enero de 2015

Resumen de la fiesta de colaboraciones, tercera (y última) parte {otros dulces}

Por fin estoy aquí para terminar con el resumen de la fiesta de colaboraciones del mes de diciembre. Estos resúmenes tenían que hacerse a principios de enero y mira a qué alturas estamos. Pero es que fuisteis muuuuchos los participantes y quería hacer mención a casi todos, por eso me he demorado un poquito.
Pero bueno, aquí estamos. Antes de comenzar os recuerdo que hasta el día 31 de enero la fiesta continúa en Todocooking.

Hoy os traigo, de nuevo, dulces. La entrega anterior fue casi enterita sobre tartas y unos preciosos cupcakes. Hoy otro tipo de dulces, de los que a mí me gustan. Algunos con masa levada, flanes, galletas. Todos deliciosos, ya lo veréis.

Pero en esta ocasión quiero destacar un desayuno súper saludable a base de copos de avena y zumo de naranja. Es del blog Cocinando con Anni; una forma deliciosa de comenzar el día que nos enseña que lo rico no está reñido con lo sano. No so lo perdáis:

Continuamos con otras cositas deliciosas y espectaculares, como este impresionante pan bendito que presentó Isabel para el segundo #diadeldulceTS y que es típico de Yecla por San Blas. En su blog, Las delicias de Isabel, tenéis un paso a paso para que sea súper fácil darle la forma tan bonita que tiene.

Esto semlor, doy fe, están de muerte lenta. Ideales para desayunar tranquilamente un fin de semana y disfrutarlos despacito, mojaditos en leche templada. Se trata de unos bollitos suecos especiados, con un toque delicioso de cardamomo, que nos enseña Chus, del blog Para estar por casa.


Otro dulce espectacular con masa levada (esas masas tipo panaderas o brioches con las que a mí me encanta trabajar) es el que aportó Rosilet, un dulce precioso rollo de castañas y pera, enrollado, con ingredientes otoñales que fácilmente se pueden adaptar a la época del año en la que lo cocinemos. Qué tentación tan grande: 



El flan es uno de mis postres favoritos. Mi madre y yo nunca podíamos dejar de comerlo, casi hasta terminarlo. Este, de choco blanco del blog Mandarinas y Miel, tiene un aspecto súper parecido al que hacía mi madre, aunque ella no le ponía chocolate. Tendré que probarlo, está diciéndo "cómeme":


Igual, después de una comida algo copiosa, apetece un dulce más ligerito. En esas ocasiones es ideal una mousse de queso. Esta lleva mango que puede sustituirse por la fruta que más nos guste. Pero mirad qué bonitísimas son; vienen de la mano de Dulce de limón:



Vamos ahora con la sección de "dulces pequeñitos" para acompañar el café porque yo, personalmente, prefiero tomarlo con dulces casi de bocado. Porque así puedo probar más de uno... Mirad, por ejemplo, estas yemas del tajo, traídas por Isa, Cocina con Reina, desde Ronda. Huevos, azúcar y agua; no necesitamos nada más: 


¿Qué tal unas deliciosas tartaletas que combinan la crema pastelera y el chocolate? Esta clásica combinación que no podía faltar en toda bandeja de pasteles que se preciara se llama "Boston Cream" y en esta ocasión viene de la mano de Pilar, de Per sucar-hi pa. Mirad qué apetitosas. Yo quiero dos.

Quizá preferís las galletitas para acompañar el café. También tengo esa opción en esta dulce selección y vienen de la mano de No sin mi táper. Son de esas galletas de aspecto un poco rústico y ligeramente especiadas que a mí tanto me gustan. Si, además, llevan esa pequeña cobertura de choco que algunas muestran en las fotos, ¡muero!


Si sois de merendar dulces, también tengo una sección especial para vosotros, llena de cosas a las sé que no os váis a poder resistir.
Especialmente pensados para llevárselos a la salida del cole a los cachorritos, Patricia, de las cosas de mi cocina, nos trae estos bollicaos caseros mil veces más ricos que los comprados. ¿Qué no os lo creéis? Pasad a verlos y me contáis:

Si, en lugar de cachorritos, tenéis que darle la merienda a la abuela, seguro que va a preferir unos pestiños como los de su pueblo, como los del blog Me sabe a Málaga. Veréis qué contentos:


Si os apetece una merienda con toque de café, no os perdáis este brazo de gitano de tiramisù del blog de Lolilla y Marcelino, ¡me encanta el tiramisù!


Mirad estos bizcochitos taaan monos; llevan una glasa de un licor que, por la descripción de su autora, debe de ser parecido a nuestro Baileys. Adoro el Baileys, así que estoy convencida de que adorare estos panquecitos de ponche crema.

Bueno, chicos, con esta entrada me despido de la fiesta de colaboraciones. He hecho todo lo posible por alargar mi "anfitrionaje" un poco más y he intentado dar visibilidad a todas las personas que participaron. Ahora es vuestro turno: no dejéis de visitar cada uno de los blogs porque hay cosas que os van a sorprender sin duda. Yo he conocido un par de ellos súper interesantes y que ya sigo de forma asidua a raíz de este repaso.

Feliz miércoles.

lunes, 26 de enero de 2015

Natillas caseras

Las natillas son un postre súper sencillo que suele gustar a los cachorritos (bueno, no a todos, en mi casa solo le gusta al 50% de lo cachorritos, pero ya os he comentado alguna vez que el mayor no es nada dulcero y, además, las texturas cremosas tipo puré, bechamel o natillas no las soporta).
Así que mejor recomienzo la entrada: 

Las natillas son un postre súper sencillo que la cachorrita pequeña adora. Le encantan de postre, de merienda o para lo que sea, es muy golosona, mi niña. 
Y a mí no me gusta que coma las natillas comerciales; si las haces en casa es un postre saludable a base de leche, huevo, azúcar y un poco de maicena para ayudar a espesar. Si las compras hechas o, incluso, los preparados de sobre, prueba a leer el listado de ingredientes. Yo paso, la verdad. No tardas más de 20 minutos en hacerlas caseras desde el principio, así que la falta de tiempo tampoco es una excusa y estás dando a tus niños un postre o merienda nutritivo y saludable. No es solo que se ahorren la ingesta de varios millones de guarrerías, es que conviertes una chuche en algo sano.
Yo lo tengo claro.

Y ya veréis que no es tan difícil hacerlas.
La receta clásica es casi igual a la de la crema pastelera pero con un poco menos de maicena. A partir de ahí, variantes que ya os iré mostrando, pero que básicamente son las que vuestra imaginación os permita.

  • 250 ml. de leche entera
  • 2 yemas de huevo (guardamos las claras para otra preparación*)
  • 50 gr. de azúcar
  • 15 gr. de maicena
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla o vainilla líquida (también podemos usar una vaina de vainilla e infusionar la leche previamente)

  1. Mezclamos con las varillas y con cuidado de que no llegue a espumar, las dos yemas con el azúcar y la vainilla. Reservamos.
  2. Mezclamos la maicena con 1/4 de leche bien fría (la maicena se disuelve mejor en líquidos fríos). Removemos para que no se formen grumos y reservamos.
  3.  Ponemos el resto de la leche al fuego medio-bajo. Cuando esté bien caliente, pero sin llegar a hervir, incorporamos la leche con la maicena diluida y removemos con las varillas para que se integre. No dejaremos de remover en ningún momento, así evitaremos que se agarre en el fondo del cazo.
  4. Cuando la mezcla adquiera espesor, retiramos del fuego y añadimos las dos yemas con el azúcar y la vainilla. Continuamos removiendo enérgicamente y fuera del fuego (para que no cuajen) hasta que estén completamente integrados
  5. Volvemos a poner al fuego hasta que las natillas adquieran la consistencia deseada, según nuestro gusto. Tendremos que tener en cuenta que, al enfriarse, volverán a espesar un poco.
  6. Retiramos del fuego y dejamos templar en el mismo cazo cubiertas con un papel film que esté en contacto con las natillas. Esto se hace para evitar la indeseada costra que se forma en las natillas.
  7. Cuando estén casi frías, se vierten en los vasitos que vayamos a usar y, si se quiere, se espolvorean con un poco de canela.
Otra forma de evitar la costra en las natillas es volcarlas en caliente sobre los vasitos y poner en la superficie una galleta tipo maría. Esta quedará blandita por el calor de la crema y, al no dejar superficie en contacto con el aire hará las mismas funciones que el papel film. Lo que pasa es que a mi cachorrita no le gusta la galleta de esta manera, por eso yo no las hago así.


*Sugerencias para usar las claras:
Como en esta receta solo usamos las yemas de los huevos, os voy a dejar alguna sugerencia para utilizar las claras.
Pero tenéis que saber que no hace falta que las uséis inmediatamente: las claras de los huevos congelan a la perfección sin que ello interfiera en sus cualidades. Después se pueden descongelar y montan igual que si están frescas. Yo lo comprobé haciendo esta mousse de café.

Otras recetas con clara de huevo de este blog:


viernes, 23 de enero de 2015

Crazy cake {o bizcocho sin huevos ni leche}

Este bizcocho que os traigo hoy es especial para momentos de crisis. No solo de crisis económica como el de ahora (ahí tengo mis dudas, porque necesita horno y bien cara que es la electricidad). Más bien me refiero a momentos de crisis domésticas, de esos de echarse las manos a la cabeza porque se te han terminado los huevos, no tengo leche y, encima, se me ha terminado la levadura. Pero daría mi reino por un pedacito de dulce de chocolate.

Pues bien, aquí tenéis la solución.

Es mi segunda aportación al #proyectobizcochowebos y os puedo asegurar que es fácil no, súper fácil y, además, al no llevar leche ni huevos, apto para alérgicos a estos dos alimentos. Que ya bastante complicado lo tienen, vamos a chocolatearles un poco la vida.

Ah, que no se me olvide deciros que este es otro de los bizcochos robados a Amalia, del blog Cuadernos de cocina, y he perdido la cuenta de los que van. Si ya os digo yo que no podéis dejar de pasaros por su blog porque es delicioso. Además, ella es súper valiente y está exponiéndose pero bien en su página de facebook para que, entre todos, decidamos su peor foto. Sí, sí, su peor foto porque las fotos de los comienzos de los blogs suelen ser espantosas. Se ha comprometido a mejorar aquella que nosotros decidamos.


  • 1 y 1/2 taza de harina de todo uso
  • 3 cucharadas soperas de cacao en polvo (cacao, no colacao)
  • 1 taza de azúcar
  • 1 taza de agua
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 pizca de sal
  • 5 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 1 cucharadita de vinagre
  • 1 puñado de nueces peladas.
Al igual que en la anterior receta de bizcocho que compartí, las medidas están en tazas, la unidad de medida americana. Igual que os dije el otro día: simplemente coged un vaso de la cocina o una taza y utilizadla como medidor para las cantidades de este bizcocho; dependiendo de lo grande o pequeña que sea, más grande o más pequeño habrá de ser el molde usado.

  1. Precalentamos el horno a 180ºC.
  2. En el mismo molde* en el que vayamos a hornear el bizcocho, echamos los ingredientes secos (harina, cacao, azúcar, bicarbonato, sal y nueces). Mezclamos bien.
  3. Hacemos tres agujeritos: en uno de ellos ponemos el aceite en otro el vinagre y en otro la vainilla. Vertemos la taza de agua por encima y removemos bien hasta tener una masa uniforme.
  4. Horneamos a 180º durante 25-30 minutos, hasta que pinchando la parte central con un palillo, salga limpio.
Y a disfrutar de un bizcocho que no necesita batidora, no necesita levadura, no lleva huevos, ni leche, ¡¡¡un bizcocho loco!!!

* Podéis forrar el molde con papel de horno para facilitar el desmoldado. Yo no lo hice porque no usé un molde desmontable, si no uno mono de porcelana que se puede llevar directamente a la mesa.



¿Os apetece prepararlo para la merienda?

miércoles, 21 de enero de 2015

Empanada de rulo de cabra con cebolla caramelizada

Seguro que ya os habeis enterado de que en casa nos encanta el queso y es que no lo puedo disimular: la mayoría de mis recetas llevan queso. Como hay miles de variedades siempre encuentro alguna para incorporarla en mis platos.

Hoy os traigo uno de mis preferidos, el rulo de cabra, un queso fuerte que con cebolla caramelizada casa de lujo.
Esta vez lo he puesto en empanada, ideal para los que tienen que comer fuera de casa, para las salidas veraniegas, para ponerlo como entrante o para llevar a casa de unos amigos y picotear.

para 2 personas



  1. Precalentamos el horno.
  2. Extendemos la placa de hojaldre y la partimos por la mitad. Horneamos la base pinchada y con unas legumbres por encima para que no se hinche.
  3. Colocamos sobre la base horneada las lonchas de jamón de york hasta cubrirla y sobre él, las rodajas de rulo de cabra; por último pondremos la cebolla previamente caramelizada. Cubrimos con la otra mitad del hojaldre y pintamos con huevo.
  4. Horneamos a 175º durante aproximadamente 15 minutos, hasta que veamos que se ha dorado.

Sencilla y deliciosa, ¡espero que os guste!


sábado, 17 de enero de 2015

Pastel de patata

Esta receta es un clásico en las reuniones familiares. Sencilla, económica (salvo por el tiempo de horno) y con multitud de varianes según el gusto del cocinero y los comensales, suele hacer las delicias de todo el que lo prueba, salvo algún cachorrito que otro :(

Se trata de una guarnición bastante contundente que requerirá una porción pequeña en el plato, pero que puede convertirse también en un principal si lo acompañamos de una buena ensalada verde.

  • 3 patatas grandes
  • Queso en lonchas y queso rallado. Suficiente para cubrir e pastel.
    Cuanto más rico sea el queso, más rico saldrá el pastel, pero a veces da pena poner un buen queso, cuando te lo puedes comer con un trozo de buen pan y una copita de buen vino. Así que, al gusto. Yo lo he hecho con diferentes tipos de queso, según el que tenga en casa y, como a mí me gustan casi todos, pues siempre me ha gustado.
  • 200 gr. de beicon en lonchas. 
  • 1 brick pequeño de nata líquida (200 ml.)
  • opcional: otras verduras (coliflor, puerro, espárragos trigueros) y huevo.
  1. Pelar las patatas y cortarlas en rodajas más bien finitas.
  2. Forramos el fondo de un recipiente apto para horno con papel parafinado; de esta manera desmoldar el pastel será mucho más fácil.
  3. Sobre el papel de horno vamos colocando rodajas de patata, lonchas de beicon y lonchas de queso. Repetimos patatas, beicon y queso hasta termianar con todos los ingredientes, procurando finalizar con una capa de patatas y sin olvidarnos de salar cada capa de rodajitas de patata.
  4. Verter el brick de nata liquida, distribuyéndolo de manera más o menos uniforme por toda la fuente; echar queso rallado por encima y meter al horno medio durante aproximadamente dos horas. Es importante que la patata se quede bien hechita, que si se queda entera pierde mucho. Este tiempo suele ser suficiente para que se haga la patata y se dore la parte de arriba sin necesidad de poner el grill, pero eso ya depende mucho de cada horno, que tienen personalidad propia y cada uno conoce el suyo, así que digamos que es una duración orientativa.

Este es el modelo estándar. A partir de aquí, admite todas las variantes que vuestra imaginación sea capaz de concebir; yo lo he hecho poniendo entre las capas de patata trocitos de coliflor, espárragos trigueros, puerro.

Y también se puede poner sobre la última capa de patatas, después de echar el queso rallado, uno o dos huevos enteros, tal cual, sin romper. Al meterlo de esta manera al horno se queda cuajada la yema y queda muy bonito.

A parte de que combina con todo, la gran ventaja de este pastel es que se puede quedar preparado con antelación; un golpe de horno a la hora de servir para calentarlo será suficiente para dejarlo perfecto y listo para consumir, aunque también se puede calentar en el microondas.

viernes, 16 de enero de 2015

Resumen de la fiesta de colaboraciones, 2ª parte {tartas y cupcakes}

Doce. Una docena de tartas y cupcakes son las que os traigo hoy.
Y no es mérito mío; son aportaciones de los participantes en la fiesta de colaboraciones del mes de diciembre, de la que tuve el honor de ser anfitriona. Una gran selección de dulces con una presencia extraordinaria que os va a servir de referencia para elegir uno para la próxima fiesta de cumpleaños, no me cabe duda.

Y como he dicho tartas y cupcakes, pero cupcakes solo hay unos, voy a darles paso los primeros. Se trata de unos deliciosos cupcakes de regaliz con dos coberuras diferentes que os llevarán de vuelta a vuestra infancia. Su autora, Amalia, recuerda como los días de paga iba directa al quiosco a comprarse regalices, cuanto más negros mejor. Por eso creó estos cupcakes de regaliz que no podéis dejar de preparar si, como ella, sois amantes de esta golosina.


Y ya, sin más preámbulos, vamos a por las tartas. Voy a obviar la mía porque la puse para comprobar que el inLinkz funcionaba correctamente y porque no se trataba de eso la fiesta de colaboraciones. Se trataba de conocer otros blogs y los que estáis aquí y participásteis en la fiesta, el mío ya lo conocéis. Así que, ¡a visitar todos los blogs porque váis a descubrir auténticas delicias y blogs muy chulos!

Voy a comenzar con las tartas que llevan frutas, porque suelen ser más refrescante y menos pesadas que las demás y por vistosas, como esta que presentó Sam, de Tu cocina te llama: una tarta mousse de frambuesas que hizo para el día de su cumpleaños. Yo, amante del chocolate en casi cualquiera de sus versiones, agradezco a Sam que haya puesto también una capa de mousse de chocolate que contrasta perfectamente con las frambuesas.

Otra tarta con mousse, esta un poco diferente, es la que presentaron desde el blog Sweet treats. Lleva una mousse fresquita de fresa, ideal para hacer cuando llega la temporada de esta fruta, acompañada de los primeros calores. Si tu cumple es por estas fechas, esta es tu tarta:

¿Vosotros sabéis lo que es un "naked cake"? Pues, literalmente, un bizcocho (o tarta) desnudo. Sorprendente... Pues sí, pero en realidad lo que le pasa a la tarta en cuestión es que va rellena en capas, de nata, ganaché, trufa o lo que nos apetezca, pero no va recubierta por fuera, de manera que se ven las capas sin necesidad de hacer el corte.
Pues una de estas maravillas que, además de riquísimas, quedan preciosas, es la que trajo a la fiesta Rosi, del blog Mi mundo pinkcake. Se trata de una naked cake de frutos del bosque que a mí se me está antojando desde ya:

Que tienes poco tiempo para hacer la tarta... también tengo una para ti, una en la que se utilizan los ingredientes ya preparados y solo nos queda montar la tarta. Se trata de una tarta helada decorada con frutas, hecha por Patricia, del blog Casserissimo:

Vamos a ver ahora dos tartas llenas de colorines, veréis qué preciosidades.
La primera es de mojito, no apta para cachorritos por tanto, pero ideal para celebraciones veraniegas. Viene de la mano de Rezetas de Carmen y sé que a mí me va a encantar:

Y la segunda tarta coloreada es especial para cumpleaños infantiles. Mi experiencia es que los niños rara vez se comen la tarta en el cumpleaños, pero es imprescindible prepararla. Esta les va a encantar por la fiesta de colores que tiene dentro y fuera y dejará ojipláticos también a los mayores. ¿Lo bueno? que seguro que también es deliciosa. Es la famosa rainbow cake, de la mano de Cucky's cookies:

Y, como estamos de cumpleaños, vamos a celebrar también el de un futuro cocinero. Para él es esta tarta de fondant que por dentro lleva un rico bizcocho red velvet:

Hojaldre, pasta choux, crema pastelera, nata montada, caramelo... ¿os apetece? Pues todo esto junto se llama Tarta Saint Honore y nos la ha hecho Catina, de La cocina de Catina. No me digáis que no tiene buena pinta. Según ella no es tan difícil como parece, ¿nos atrevemos? Yo me lo voy a pensar, os lo aseguro:


Ahora que se acerca San Valentín, si sois de celebrar esa fiesta, no dejéis de echar un vistazo a esta tarta tan vistosa que ha hecho Sabrina, de Sabrina's Sea of colors. Atención, que el bizcocho interior es ¡¡¡de chocolate!!! Ya estábamos tardando, entre tanta tarta, en tener una enterita de chocolate:

Y he dejado para el final la tarta de chocolate con chocolate, rellena de chocolate. Lo siento, chicos, no concibo una tarta (y casi ningún dulce) sin chocolate, soy así de simple y adicta. Se llama tarta de leche malteada porque está hecha con esta leche que contiene malta de cebada, harina de trigo y leche en polvo. Parece que se usa en la elaboración de diversos dulces y sospecho que en los famosos Malteesers (bueno, confieso que esto me lo estoy inventando según escribo). Bueno, que yo, quiero un trocito de esta tarta porque mirad qué aspecto tiene:


Hasta aquí el repaso a las tartas de la fiesta de enlaces, pero no os creáis que hemos terminado con el dulce, nooooo. La semana que viene, más. Pero serán otro tipo de dulces, ya lo veréis.

Feliz finde y, ¿por qué no preparáis una tartita? ¿Con cuál te quedas tú?