lunes, 26 de marzo de 2012

Filetes rusos con espinacas



Esta receta es una reinvención de la receta clásica de filetes rusos de mi mami, pero yo hace tiempo ya que la hago de manera parecida a las albóndigas con espinacas y quinoa, aunque sin quinoa y, una vez hecha la mezcla de la carne con el resto de los ingredientes, se fríe y se sirve, a ser posible, recién hecho.
Están muy ricos y a mí me resulta una manera comodísima de que los peques se coman una verdura de la que suelen ser muy poco amigos: las espinacas.

Los ingredientes que necesitamos son:
  • 1/2 kg. de carne picada
  • 1 huevo
  • 1/2 paquete de espinacas frescas, de las que vienen ya lavadas
  • 1 cucharadita pequeña de sal
  • pan rallado
  • harina
  • aceite par freír
  • opcionalmente, para hacerlos más jugosos, se puede añadir un poco de pan duro mojado en leche templada. La verdad es que da buen resultado, pero yo últimamente estoy evitando la tentación de usarlo porque el calcio de la leche inhibe la absorción del hierro de las espinacas y, sobre todo, de la carne, así que en esta ocasión no lo usé.
Los hacemos de esta manera:
  • En un bol grande mezclamos la todos los ingredientes, salvo el pan rallado y la harina hasta obtener una pasta jugosa, pero que no se pegue en exceso a los dedos; si es necesario se añade un poco de pan rallado, pero no demasiado porque entonces saldrán muy secos.






  • A continuación cogemos porciones de la masa con una cuchara y hacemos con ellas bolitas, como si fueran albóndigas, las pasamos por harina y las aplastamos, par que tomen la forma propia de los filetes rusos.




  • Freímos los filetes en aceite bien caliente y servimos acompañados, por ejemplo, como le gustan a Sergio: con una ensalada de tomate con aceite de oliva y una pizca de sal.



Este plato tiene 2 filetes rusos y otro que dejé en forma de albóndiga a petición del gourmet de mi cachorrito

viernes, 23 de marzo de 2012

Suizos

Los suizos son un bollo muy típico de mi infancia. Estos bollos con masa tipo panadera, tipo brioche, me tienen fascinada, me resultan deliciosos recién hechos con la miga aún blandita y jugosa. Y también cuando ya se han quedado un poco secos, tostados con un poco de mermelada.

  
Esta receta la he sacado de aquí; ya comenté que este foro es una fuente de inspiración infinita, así que hace un par de semanas, cuando vi estos bollos suizos, se me metieron en la cabeza y no me los he podido sacar hasta que los he hecho. Yo creo que había llegado un momento en el que soñaba con ellos, así que aquí están.


La verdad es que están buenísimos y no es solo apreciación mía; es el comentario general de todos aquellos que han tenido la fortuna de hacerme de conejillos de indias y los han probado. Amén del olorcito que desprendía ayer el horno mientras se estaban cociendo. Mi espinita clavada es que mis cachorritos no han querido ni probarlos; cosas de niños: ya se sabe que si no van envueltos en un plastiquito para que parezcan comprados no pueden estar ricos. Ya me dirán lo contrario cuando se hagan mayores, ya. 
Todo es insistir porque así me he ganado al cachorrito mayor con el pan casero y él, que al principio no quería ni verlo, ahora me dice que está buenísimo y hasta repite tostada en el desayuno.
Pues si hay que insistir, se insiste, que para mí es un placer meterme en estos berenjenales.


He aquí la receta, que aunque inspirada del foro del pan, en algo he modificado. Unas cosas por necesidad ya que no tenía suficiente mantequilla y otras por apreciación personal.


Ingredientes:

  • 200 ml. de leche
  • 1 huevo 63gr aprox. Y completar hasta 150gr con agua
  • 100 gr. de azúcar
  • 100 gr de mantequilla fría
  • 10 gr de levadura fresca
  • 500 gr de harina de fuerza
  • 5 cucharadas de azúcar humedecida con una cucharada de agua de azahar, para espolvorear
  • 1 huevo batido para pintar
Preparación:

  • Poner todos los ingredientes de la masa (es decir, todos salvo el azúcar humedecida con agua de azahar y el huevo para pintar) en la cubeta de la panificadora y seleccionar el programa de amasado. En la mía es el 8 y dura 1 hora y media; aproximadamente 20 minutos son de amasado y el resto de levado. Si se tiene tiempo, se puede dejar levar un poco más; de hecho, yo lo dejé un ratito más porque estaba terminando de preparar la cena de mis cachorritos.
  • Verter la masa sobre una superficie lisa, por ejemplo, sobre la encimera y dividirla en bolitas. A mí me salieron 14, pero se pueden hacer más grandes o más chiquititas, según os gusten los bollitos.

    Hay que tener en cuenta que saldrá una masa un poco pegajosa, para que los bollos salgan luego suavecitos y jugosos, así que será conveniente enharinar tanto la superficie de trabajo, como nuestras manos para evitar que se nos quede pegada. 
  • Colocar las bolitas de masa en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, para que no se peguen y hacerles un corte en la parte superior.
Después del corte
    Antes del corte
  • Tapar la bandeja con papel film y dejar reposar hasta que doblen su volumen. Dependiendo de la temperatura puede tardar entre una y dos horas. Hay que tener cuidado de no poner las bolitas demasiado juntas porque si no se nos pueden pegar en este segundo levado o durante el horneado, momento en el que vuelven a crecer.
    Es importante no dejar la masa sin tapar porque se puede resecar.


  • Pasado este tiempo, se retira el papel film, se pintan los bollitos con el huevo batido que habíamos reservado y se rellena el corte con el azúcar humedecido en agua de azahar.
    pintados con el huevo batido
    rellenos con el azúcar humedecido con agua de azahar
  • Hornear a 220º durante 15 minutos.
  • Sacar del horno y, en cuanto puedas tocarlos, dejar reposar sobre una rejilla



Si quieres ver cómo preparar unos bollos suizos como estos pero aún más jugosos y que aguantan algunos días más así de tiernos, pincha aquí.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Pizza




Los sábados cenamos pizza. Pero cenamos pizza casera 100% porque hasta la masa la hacemos en casa; en la panificadora, cómo no.

Desde que las cadenas de comida rápida se apoderaron de la pizza y los americanos la hicieron suya, este plato ha obtenido, por un lado grandes adeptos y por otro, grandes detractores. Yo me sumo al de los adeptos, me encanta la pizza, pero no la pizza americana. Si uno va a Italia y prueba un buen trozo de pizza "a taglio" (la nuestra era, para ser exactos, de fiore di zucca, buenísima) sentado frente a la Fontana de Trevi, ya no puede olvidarse nunca de ese sabor. Esa es la pizza que a mí me gusta.

Además, considero que, bien tratado, puede ser un alimento sano y muy completo: por un lado, tenemos los hidratos de carbono en la masa que, hecha de harina de trigo, nos aporta los necesarios cereales para nuestra dieta. Y si, en vez de ponerle por encima cosas pesadas, se le ponen verduritas, ¿por qué no iba a ser un alimento sano? sanísimo.

Además, hacer pizza en casa es una buena forma de pasar la tarde con los niños, amasando, echando ingredientes, introduciéndoles en el mundo de la cocina. A mis cachorritos les encanta, además, hacer de catadores e ir probando cada ingrediente que van a echar sobre la pizza y se sienten muy importantes porque ese día ellos son los que preparan la cena para mamá y papá. Así que yo solo puedo verle ventajas a la pizza.

Esta es nuestra receta, lo cual significa que es la que yo hago, no que sea la receta original de la pizza italiana, que conste.

Para la masa, necesitamos: 
  • 500 gr. harina de fuerza o integral. A mí me gusta usar la integral y como mis cachorritos están acostumbrados desde que nacieron a comer integrales, pues a ellos también les gusta. Lo bueno es que al papá de los cachorritos también.
  • 275 ml. agua
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 chorrito de aceite de oliva
  • 10 gr. de levadura fresca.
Yo pongo el programa de amasado en la panificadora y la dejo que trabaje. En la mía, este programa dura una hora y media; evidentemente no se pasa la hora y media amasando porque también necesita su tiempo de levado. Sin panificadora, habría que amasarlo bien hasta que todos los ingredientes estuvieran integrados, formar una bola con la masa y dejarlo reposar bien tapado con un paño o con papel film en un sitio en el que no haya corrientes de aire. Un buen lugar para dejar la masa levar puede ser el horno. Apagado, por favor.

Pasado el tiempo de levado se extiende una capa de harina sobre una superficie lisa; yo uso mi encimera, que es de granito, viene genial para estas cosas y, además, se limpia de maravilla después. 
Ahora es el momento de decidir, ¿una pizza grande o varias pequeñas? al gusto: ponemos sobre la capa de harina la cantidad de masa de pizza deseada y la extendemos con un rodillo también enharinado, para que no se pegue.
Una vez hayamos conseguido la masa del grosor que queramos (a mi costi le gusta mas finita y crujiente; a mí un pelín más gordita y jugosa), se pone sobre un plato, fuente o bandeja que podamos meter al horno y sobre el que habremos colocado un pliego de papel de hornear.

Ahora le toca el turno a la imaginación: hoy voy a enumerar los ingredientes que más me gustan a mí, así que para "el relleno" de la pizza necesitamos:
  • tomate frito
  • queso rallado de cualquier clase, el que más nos guste
  • medio puerro cortado finito
  • 2 o 3 lonchas de pavo cortadas en tiritas
  • espárragos trigueros
  • champiñones laminados (a mí me gustan más frescos)
Sobre la masa de la pizza, que ya tenemos extendida y dispuesta sobre el papel de hornear, echamos un par de cucharadas de tomate frito y lo extendemos bien para que cubra toda la superficie de la masa.
Encima del tomate ponemos todos los demás ingredientes en el orden que más nos guste o decorándolo en forma de carita o lo que queramos. En este punto no tengo más instrucciones que dar porque ya he dicho que los que se encargan son los peques, así que ellos lo hacen libremente, como quieren.

Metemos la pizza al horno una media hora, a temperatura media, cuidando que la masa no quede cruda por dentro si es que la hemos puesto más gruesa o de que no se tueste demasiado si hemos optado por masa más fina.

Y ¡¡a comer!! servir caliente.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Ropa vieja a mi manera





El domingo comimos cocido y, aunque es un plato que admite muy bien el recalentado y que muchas veces preparo para días posteriores, ayer me apetecía comer ropa vieja.

He estado buscando información sobre la ropa vieja y parece que hay tantas variedades como pucheros o cocidos. En sudamérica, parece, es muy típico y yo recuerdo haberla comido una vez en un restaurante cubano, con fríjoles, eso sí.

No estoy segura de si esta receta que voy a dejar aquí es muy ortodoxa o es una adaptación mía a otra mucho más tradicional. Ese es el motivo de que la haya llamado "Ropa vieja a  mi manera". Tampoco estoy muy segura de que el cocido que nosotros preparamos en casa sea el cocido madrileño tradicional o es solo el que a nosotros nos gusta. En cualquier caso, es nuestro cocido y nos sabe riquísimo.

Para preparar este plato necesitamos
  • obviamente, haber preparado cocido con anterioridad y que haya sobrado. Yo lo preparo solo con los garbanzos -no el cocido, claro está, si no la ropa vieja-, pero se puede añadir también la carne, la patata, el choricito (lo cierto es que no nos sobró nada de chorizo; incluso nos peleamos los cuatro el domingo por llevarnos un trozo más a nuestro plato). Por tanto, el ingrediente principal son los garbanzos del cocido.
  • un trozo de cebolla
  • media cucharadita de pimentón (yo lo prefiero dulce porque a mí no me gustan las comidas picantes, pero se puede echar pimentón picante)
  • un par de cucharadas de tomate frito
  • un chorrito de aceite de oliva
Y es tan fácil de hacer, que en diez minutos lo tenemos listo, siguiendo estos pasos:
  • Picamos la cebolla al gusto. A mí me gusta finita, suelo hacerlo con la picadora.
  • Sofreímos la cebolla en la sartén con un chorrito de aceite de oliva, sin dejar que se dore; más bien hasta que blanquee.
  • Añadimos los garbanzos del cocido, junto con los demás ingredientes del mismo, si se desea.
  • Se le da unas vueltas y se añade la media cucharadita de pimentón y las dos cucharadas de tomate frito.
     
  • Se deja un par de minutos para que se integren todos los ingredientes. Si queda demasiado seco se puede añadir un poco del caldo del cocido.
Este es el resultado final. De fondo se ve el pan integral con semillas que preparé también ayer y con el que acompañé esta rica comida.




jueves, 8 de marzo de 2012

Tarta de miga de chocolate Aitana




Este bizcocho lo hice en honor a mi niña, que un día me pidió que le hiciera una tarta de chocolate, "pero de miga de chocolate, mamá". Por eso se llama como ella.

Necesitamos:
  • 1 brick (200 ml) de nata líquida
  • 1 tableta de chocolate. Lo ideal sería usar uno para postres, pero yo no tenía, así que usé el que encontré en el frigorífico: una tableta de chocolate con leche Hacendado.
  • 1 vaso de leche
  • 320 gr. de harina
  • 160 gr. de azúcar
  • 3 huevos
  • 1 sobrecito de levadura (o menos si la harina que usamos es de repostería y lleva incorporado algún gasificante, como es el caso de la que venden en Mercadona)
Se hace así:
  • Poner al fuego la nata, la leche, el azúcar y la tableta de chocolate en trocitos hasta que se funda
  • Batir todos los demás ingredientes y mezclarlo después con la mezcla de chocolate, leche y nata.
  • Hornear hasta que al pinchar en el centro, el cuchillo o la varilla salgan limpios. En mi caso programé el menú horno de la cocifácil durante 30 minutos a 160º
Lo cierto es que ha salido muy rica porque sabe a chocolate, pero no está demasiado empalagosa ni fuerte y tengo la sensación de que, abriéndola por la mitad, poniéndole una capita de mermelada y con una cobertura también de chocolate puede quedar un sucedáneo de tarta Sacher de lo más aparente, así que creo que lo probaré para el cumple de mi princesita.