Me encanta viajar, desde siempre me ha gustado, me hipnotiza conocer otros lugares, otras costumbres, otros mundos.
Ahora, como no puedo hacerlo tanto como quisiera por motivos ajenos a mi voluntad (ja jaja), tengo la oportunidad de viajar virtualmente. De la mano de Bake the world y a través de los panes que nos porponen mensualmente, conozco mundo ;)
En esta ocasión nos vamos a Alemania para comernos unos exquisitos brezel, unos panecillos cuyo nombre proviene de la palabra alemana breze, derivada a su vez del latín bracellus, "brazo pequeño". Parece que se debe a que su forma recuerda unos brazos entrelazados, los característicos nudos del brezel que me costó un poco conseguir en los primeros pero que, en realidad, no son tan complicados.
Se puede encontrar este pan en distintas variantes: un pan tipo galleta salada, crujiente con granos de sal gorda por encima o con masa abriochada, blandita, también con sal por encima, comino o cualquier otro tipo de semillas. Incluso queso. Esta versión se puede aromatizar también con vainilla o ralladura de limón o naranja para hacerlo dulce.
Digno de volver a meter las manos en la harina porque tienen que estar de muerte.
Otra de las características más llamativas de estos panes es que se sumergen en una disolución de agua y sosa (sí, sosa, la misma que se usa para hacer jabones y curar las aceitunas) antes del horneado. Gracias a esto, tienen una corteza fina, pero ligeramente crujiente; especial. La piel, que dijo el cachorrito mayor.
Yo me he decantado por la versión blandita y le he puesto distintos toppings para hacer más amena la selección. En su versión original se hacen con mantequilla, pero yo he seguido casi a pies juntillas la receta de mi amiga Patricia y la he hecho con aceite de oliva. Podéis ver sus brezels pinchando aquí.
Fue ella quien me convenció de sumergirlos en sosa, como es característico y no en bicarbonato como yo pretendía hacer. Me alegro porque no sé cómo habrían estado de la otra forma, pero de esta manera estaban, de verdad, de espectáculo.
Ingredientes:
(para 5 brezel grandecitos)
Como resultado, unos deliciosos bollitos salados, con miga suave pero compacta, tal y como podéis ver en la imagen, y una corteza muy especial como consecuencia del baño de sosa.
(para 5 brezel grandecitos)
- 125 ml. de agua
- 125 ml. de leche
- 80 ml. de aceite de oliva
- 500 gr. de harina de fuerza
- 1 cucharadita de sal
- 10 gr. de levadura de panadero
- Sal gorda, semillas de sésamo, de amapola, de comino, lo que más nos apetezca para decorar.
Necesitamos, además, para el baño de sosa:
- 30 gr. de sosa
- 1 litro de agua
Elaboración:
- Mezclamos bien todos los ingredientes de la masa y amasamos hasta obtener una masa lisa y brillante, elástica.
Yo lo hice en la panificadora. - Tapamos bien y dejamos reposar hasta que doble su tamaño, unas dos horas en función de la temperatura exterior.
- Cuando la masa esté lista, justo antes de ponernos a darles forma a los brezel, tendremos que precalentar el horno a 200º C y preparar el baño de sosa: mezclamos los 30 gr. de sosa en el litro de agua hasta que esté bien disuelto. El agua deberá estar al menos templada para que la sosa se disuelva bien.
Tendremos que tener cuidado a la hora de trabajar con la sosa porque es un producto químico abrasivo. En estas cantidades no es dañino; de hecho, yo trabajé incluso sin guantes y no me ocurrió nada, pero puede llegar a soltar vapores tóxicos y quermar. Por precaución, mejor trabajar en un lugar bien ventilado y, si lo consideráis necesario, usar guantes de goma. - Volcamos la masa en la superficie de trabajo, ligeramente enharinada y trabajamos un poco para desgasificar.
- Dividimos la masa en 5 porciones más o menos iguales. Reservamos cuatro de estas porciones tapadas con un paño para que no formen costra o se resequen y trabajamos con una de ellas.
- Estiramos dándole forma de rulo, como si hiciéramos un churro con plastilina (en esto son muy duchos los cachorritos, podéis pedirles ayuda porque esta masa no es nada pegajosa, bastante fácil de trabajar) y trenzamos como se muestra en las imágenes hasta darle la forma característica de los brezel
(normalmente los extremos de los brezel se ponen por encima pero yo, para evitar que se me despegaran y se me deshicieran después, los puse así. Podéis hacerlo como más os guste)
Repetimos la operación con las otras porciones de la masa y vamos depositando los brezel en la bandeja de horno forrada con pape de hornear. - Ahora hay que dar a los panecillos su baño de sosa. Para ello vamos depositando en la olla donde la habíamos disuelto uno a uno. Cada brezel deberá estar en remojo unos 30 segundos.
Sacamos el brezel con cuidado del agua (con mucho cuidado, en este momento la masa se ha ablandado y puede deshacerse el nudo que tan primorosamente habíamos hecho antes) y volvemos a poner sobre la bandeja de horno. - Espolvoreamos con el topping elegido y horneamos durante 20-30 minutos a 200º, hasta que estén doraditos. El tiempo es orientativo, dependerá del tamaño que hayamos dado a los brezel: a mayor tamaño, más tiempo de horneado.
- Sacamos del horno, dejamos reposar sobre una rejilla y ¡hale, a comer!
Muy ricos y muy vistosos. Espectaculares recién hechos, como casi todos los panes, pero si vamos a tardar más de un día en consumirlos, mejor congelarlos para que no se resequen y pierdan toda la gracia.
Trucos y consejos para congelar este tipo de panes, pinchando aquí.
Observaciones:
Y Si prefieres hacer los brezel de tamaño más pequeño, con menos miga, solo tienes que hacer las porciones de masa más pequeños y los rulos más finos, para que salgan más finitos y crujientes. El resto del proceso es el mismo.
Y Yo hice brezel variaditos: uno con semillas de sésamo, otros con semillas de amapola, otro con sésamo y queso rallado, otro con amapola y queso rallado y el quinto con comino.
Lo típico, sin embargo, es espolvorearlo con sal gorda.
Y Cuidado al sacar los brezel del horno y colocarlos sobre la rejilla: puede ser debido a la sosa, pero se quedan ligeramente pegados al papel de hornear. Tendremos que quitarlos con cuidado y tal vez con ayuda de una paleta de servir, con bordes muy lisos para no romperlos. Podemos dejarlos enfríar un poco sobre la propia bandeja de horno para no quemarnos, pero no demasiado, para que la base no se reblandezca.
Os animo a hacerlos, no son tan complicados como pueda parecer, es una masa de bastante fácil manejo y os van a sorprender, ya veréis.
Además, quiero celebrar, con estos panecillos, la ducentésima entrada de este blog. Me encanta celebarlo con panes.
Feliz ecuador de la semana a todos.
Os animo a hacerlos, no son tan complicados como pueda parecer, es una masa de bastante fácil manejo y os van a sorprender, ya veréis.
Además, quiero celebrar, con estos panecillos, la ducentésima entrada de este blog. Me encanta celebarlo con panes.
Feliz ecuador de la semana a todos.
Casi me olvido de mandaros a ver la página de Bake the world para cotillear el resto de brezels preparados por mis compis, qué cabeza. Podéis hacerlo picando aquí o en la imagen.
Espectaculares, tus pretzel tienen un aspecto de lo más profesional. Yo no me atreví con la sosa, me gustó el resultado con bicarbonato, pero después de leerte creo que me voy a lanzar a probar esa opción..,
ResponderEliminar¡Me confieso cobarde! Al final no los hice, aunque tampoco tuve mucho tiempo. De todas formas se me ha quedado la espinita de prepararlos, y espero que no se hagan mucho de rogar. Te han quedado espectaculares, y ¡vaya miguita tienen! Un beso guapa
ResponderEliminarYa te lo dije, el secreto está en la sosa. Me alegro de q te hayan gustado. Un beso
ResponderEliminarHola!! Te han quedado genial, ricossss, ricooos;)
ResponderEliminarYo soy de las "cobardes ", que no se han atrevido con la sosa, aunque espero atreverme y probar para apreciar la diferencia.
Me encanta el toque de las semillas que les has dado!
Besos y feliz jornada ;D
Verónica, te han quedado muy pero que muy bien, se nota la corteza que le produce la sosa, nosotras no nos atrevimos con ella.
ResponderEliminarbesos
Vero te quedaron preciosos, menuda pinta tienen! A mi lo de la sosa todavia no me convence jejejeje pero seguro que al final acabo probandolos. Un beso guapa :)
ResponderEliminarTe han quedado una preciosidad y que ricos que están verdad?. Yo tampoco me atreví con la sosa, pero desde luego dan un color a la corteza precioso. Bss
ResponderEliminarTe han quedado fantasticos!! y que colorcito...
ResponderEliminarBss
Te han quedado espectaculares y con un acabado perfecto. Me han gustado un montón! Biquiños y feliz carnaval!
ResponderEliminarVaya colorcito más rico y tentador!!!! Con esos ingredientes conseguiste unos brezelns estupendos. Nos encontramos en el próximo reto panarra. Besos,
ResponderEliminarQue hermosura de Brezel, no he comido nunca este tipo de pan pero por lo he visto por la blogosfera tienen que ser espectaculare !!!
ResponderEliminarPero lo de la sosa además de llamarme la atención, me da cierto reparo, aunque ... si se ha hecho desde años atrás, no tiene que ser muy malo
Besos
Que buena pinta tiene , es la primera vez que visito tu blog y me ha parecido muy interesante. Segor que repito. Me quedo por aqui.
ResponderEliminarun saludo
Haciendo repaso de pretzel me he topado con tu blog y que gran encuentro porque me han encantado los tuyos, que chulos salieron.
ResponderEliminarMe quedo para no perderte la pista.
Besitos
Hola recién veo tu receta de los prezel y me gustaría hacerlos pero no se que es la sosa y con que puedo reemplazarla acá en Argentina no se conoce, te agradecería si me puedes guiar
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