Alcachofas de la abuela Goyi

Hace tiempo ya publiqué una receta de un arroz muy rico con alcachofas, puntualizando que el mérito no era mío, era más bien de mi mami que cuando compra alcachofas, hace unas poquitas de más y me las trae a casa en un tupper porque sabe que me encantan y que yo no las compro, adivinad porqué. 

Pues porque en casa, solo me gustan a mí y no me trae cuenta comprarlas y prepararlas solo para mí, con el trabajo que dan.

Pero ella, hay que ver cómo son las madres, siempre piensa en mí y cada dos semanas más o menos, tengo alcachofas de la abuela Goyi en la nevera.

Así que hoy os traigo la receta de las alcachofas de mi mami.

Ingredientes:

(Ya sabéis cómo son las recetas "de la abuela", con las cantidades así, a ojillo)

• 2 o 3 alcachofas frescas por persona (nada de alcachofas de lata; esas nos vienen bien para sacarnos de un apuro pero, reconozcámoslo, no es que sepan mucho a alcachofa de verdad, con lo buenísimas que están)
• 100 gr. aproximadamente de taquitos de jamón serrano (según la abuela, se puede utilizar beicon,  fiambre de pavo, los restos de un filete de pollo que tengáis en la nevera, etc., al gusto)
• 2 dientes de ajo
• un chorrito de vino blanco
• el zumo de un limón
• aceite de oliva para freír.

La abuela las prepara así:

(siento no disponer de tiempos exactos de cocción; de nuevo "las recetas de la abuela")

• Se quitan las hojas más duras de la alcachofa, las de fuera, se parten a la mitad longitudinalmente y se cortan un poco las puntas, también más duras. Las lavamos bien y rociamos con el zumo del limón para que no se oxiden y se pongan feas. Reservamos.
• Pelamos un poco el rabo de la alcachofa y rociamos también con zumo de limón. Reservamos junto con las alcachofas.
  Este rabito está también buenísimo, de textura muy parecida al corazón de la alcachofa y de sabor, riquísimo. Recomiendo aprovecharlo como hace la abuela.
• Cocemos las alcachofas en una cazuela con agua y sal, solo hasta que queden al dente, pero este punto ya varía en función de los gustos de cada cual. No debemos poner mucha cantidad de agua.
• Mientras tanto, calentamos el aceite de oliva en una sartén y salteamos en ella los ajos (picados o prensados, al gusto) y el jamón serrano o lo que hayamos elegido como compañía de las alcachofas. Cuando esté listo, echamos el chorro de vino blanco e incorporamos este aliño a las alcachofas que ya estarán casi cocidas.
• Se deja cocer otro ratito hasta que cojan el punto que a cada uno nos guste y se sirven.

Sugerencias:

• Son un primer plato excelente, rico y muy saludable (como todas las verduras, por otra parte)
• Pueden servirse también como guarnición para una comida más rápida, de esas que solemos hacer en esta vida loca que llevamos. En la imagen, véis que las acompañé de unos tallarines "blancos", sin más, con un poco de queso rallado, ajo en polvo y un chorro de aceite de oliva "del bueno". Junto con el juguito de las alcachofas estaba sencillamente delicioso.
  Verdura y pasta (hidratos de carbono), una combinación sanísima. De postre, una pieza de fruta y ¡¡a recoger a los cachorritos al cole!!

Feliz lunes.

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