Croquetas de espinaca

Publicado por Unknown el miércoles, 18 de julio de 2012 a las 6:56


Hace unas cuantas entradas os conté cómo hacer (o cómo hago yo, más bien) masa para croquetas. No tuve ocasión, después, de continuar con la explicación, pero es bien fácil, así que después de que esas mismas croquetas, después de enrolladas y congeladas, me apañaran la comida del día después de volver de las vacaciones, me he decidido a hacerlo.

Imprescindible contar con la ayuda de los cachorritos que, además, se divierten ayudando a mamá a cocinar.

En función de la cantidad de masa que hayamos preparado, y después de que esta haya reposado y se haya enfriado (el tiempo dependerá mucho: yo suelo dejarlas, al menos, de un día para otro en el frigorífico, fundamentalmente porque nunca me da tiempo a hacerlas del tirón, pero además es que así la masa coge más consistencia y es más fácil de manejar), necesitaremos:
  • pan rallado
  • un par de huevos batidos
  • la masa de las croquetas.
No es demasiado complicado de hacer; hace falta, eso sí, un poquito de paciencia porque es muy entretenido. Hay quien lo hace con la ayuda de unas cucharas soperas; yo no he perfeccionado esa técnica, así que lo hago manchándome -y mucho- las manos.

  • Separamos la masa en porciones del tamaño que queramos darle a las croquetas.
  • Formamos la croqueta y la pasamos, sucesivamente, por pan rallado, huevo batido y, de nuevo, pan rallado.
  • Freímos en abundante aceite bien caliente o congelamos en bolsitas para su consumo posterior. Yo suelo optar por esta segunda alternativa porque me apaña muchas cenas para los niños en momentos en los que no has tenido tiempo o ganas para preparar otra cosa o para hacer la compra, que esto también ocurre a veces.
Y esto último fue, más o menos, lo que me ocurrió a mí el otro día, que volvimos de vacaciones un domingo por la noche después de 10 días fuera. El lunes tocó ir a trabajar y no tenía nada para comer (porque me cargué un pan que programé por la noche para traerme un bocadillo, pero esa es otra historia, que harina y levadura siempre hay en casa), así que me acordé de las croquetas de espinacas y en un santiamén tenía si no una comida en toda regla, al menos un tentemipié para recuperar energías e irme, eso sí, a hacer la compra para poder preparar algo más sustancioso para la cena.
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