¡Qué ilusión me hizo recibir el Desafío en la Cocina de este mes y saber que teníamos que hacer pan!
Mabel, de A nadie le amarga un dulce, pensó en un Desafío baratito para superar la cuesta de enero y vaya si acertó. Por eso y porque el pan es y debe ser un básico en nuestra alimentación: los cereales, como me recordó un día el cachorrito mayor, están en la base de la pirámide alimenticia y tenemos que consumirlos a diario.
Mabel, de A nadie le amarga un dulce, pensó en un Desafío baratito para superar la cuesta de enero y vaya si acertó. Por eso y porque el pan es y debe ser un básico en nuestra alimentación: los cereales, como me recordó un día el cachorrito mayor, están en la base de la pirámide alimenticia y tenemos que consumirlos a diario.
Además, me encanta hacer pan aunque no me considero en absoluto una experta porque en la mayoría de las ocasiones cuento con la inestimable ayuda de mi amiga la panificadora. Pero para esta ocasión quería algo especial y como llevaba ya bastante tiempo queriendo hacer unas cibattas o chapatas, como hemos dado en españolizar este término italiano, no vi mejor momento.
Así que aquí estoy, con mis cibattas para el noveno desafío en la cocina. (Aunque tengo mis dudas sobre el término "cibattas" en plural; como ex-estudiante de italiano, sé que el plural de los femeninos termina en -e, de modo que debería decir "cibatte"... de modo que lo dejaré en chapata. O no, según me vaya saliendo)
He de decir que es una masa de difícil manejo, debido a su alta hidratación: lleva mucho líquido entre sus ingredientes, a diferencia de otros panes y es más bien pringosa.
Como contrapartida, no necesita amasados, con lo que su elaboración es más fácil que la de muchos otros panes. Además, el hecho de que los levados se hagan en el frigorífico, nos da libertad para jugar con los tiempos y adaptarlo a nuestras necesidades. Por no hablar de lo cómodo que tiene que resultar esto cuando llegue el verano.
En ese caso necesitaréis:
(Ingredientes para dos barras hermosas)
(Ingredientes para dos barras hermosas)
- 490 gr. de harina de fuerza
- 10 gr. de harina de centeno integral
- 400 ml. de agua fría (yo la tuve un buen rato en el frigorífico, aunque probablemente no habría hecho falta con la que está cayendo estos días en Madrid)
- una cucharadita de sal
- 10 gr. de levadura fresca de panadero
- Opcional, 1/4 de cebolla caramelizada. Esto lo usé en una sola de las barras; la otra quedó "normal", más al gusto de los cachorritos.
¿Cómo lo preparamos?
En esta ocasión, y a pesar de que soy amante de los prefermentos, he utilizado el método directo. Pero no os preocupéis, que repetiré y probaré con un prefermento, aunque esto será más adelante. Hoy os cuento cómo lo he elaborado yo hasta ahora que es tal y como la hace Clara, de Migas con Locura, una experta panadera que hace mavarillas con la harina y la levadura.
- En un cuenco amplio -bastante amplio: tened en cuenta que la masa crecerá y puede llegar a salírsenos del recipiente y hablo por experiencia, como véis en la foto- mezclamos todos los ingredientes poniendo cuidado en que la levadura se disuelva bien y no quede ningún pegotón por ahí sin mezclar.Estad muy pendientes para que tampoco quede parte de la harina sin humedecer.
- Cuando nuestra mezcla esté homogénea, hacemos unos pliegues: cogemos una parte de la masa, estiramos un poco hacia arriba y llevamos hacia el centro.Esta operación hay que hacerla desde los cuatro lados, pensando en nuestra masa como si fuera un cuadrado (aunque la hayamos metido en un recipiente redondo, ¡hay que echarle un poco de imaginación a la cosa!)
- Tapamos con un papel transparente ligeramente aceitado -para que no se nos pegue si la masa crece más de lo previsto- y dejamos reposar en el frigorífico. Debe de estar ahí un mínimo de 8 horas, pero mi fuente (je je je) dice que ella ha llegado a tenerla hasta 2 días. Yo la tuve unas 24 horas.
- Pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa del frigorífico. Yo me la encontré así (¿véis que se ha desbordado y se me ha salido del molde?):
La masa tras 24 horas de reposo en el frigorífico. ¿Habéis visto qué burbujas más bonitas tiene? |
- Volcamos la masa sobre un papel de hornear dispuesto sobre una bandeja de horno que podamos meter también al frigorífico. Yo utilicé un mantel de silicona ideal para estos menesteres que los Reyes Magos me trajeron hace solo 10 días y que ya he usado en un par de ocasiones. Es genial porque no manchas la encimera, limpiarlo es mil veces más fácil que limpiar la encimera (especialmente si tienes un pinche que te echa una mano, mi maridín, al que quiero agradecer desde aquí todo lo que me aguanta con esta obsesión que me ha dado con la cocina en general y con los panes y masas panaderas en particular).
- Volvemos a pensar en nuestra masa como si fuera un cuadrado y repetimos la operación anterior de los pliegues: tomamos la parte de la derecha, la levantamos hacia arriba y pegamos en el centro. Tomamos la parte de la izquierda, la levantamos y pegamos en el centro. Y hacemos lo mismo con la parte superior y la inferior.Se nos quedará así de plegadita:
Cuidado porque el manejo es complicado debido a lo pegajosa que es la masa. Yo no recomiendo mancharse las manos de harina antes de tocarla porque la masa termina por absorber la harina y se nos vuelve a quedar pegada en las manos.
Antes lo hacía así; recientemente he descubierto que es mucho más práctico mojarse los dedos con agua fría o, si como yo no soportas el frío en los dedos, con un poco de aceite de oliva. Además, no sabéis lo hidratadas que te mantiene las manos.
- Cubrimos de nuevo con el papel film aceitado y devolvemos al frigorífico. Deberá reposar allí unos 45 minutos.
- Sacamos del frigorífico y repetimos la operación de los plegados. Volvemos a meter al frigo y lo dejamos reposar de nuevo, unos 30 minutos.
- Pasados estos 30 minutos, sacamos y repetimos los cuatro plegados. Si la masa sigue demasiado blanda, podemos repetir la operación una vez más.
- Sacamos del frigorífico, cortamos la masa en dos, le damos forma de barra y disponemos sobre una bandeja de horno y papel adecuado, dejándolo reposar otros 30 minutos, esta vez ya fuera del frigorífico.
Este es el momento de incorporar la cebolla caramelizada.
Esta operación no es nada fácil porque como la masa es tan blandita, casi líquida, se desparrama. Yo tuve que hacer un pequeño apaño, como véis en la foto.
Aún así, como el trapo de cocina no pude meterlo al horno (por si salíamos ardiendo, básicamente), esa barra quedó un poco achaparrada. Le va muy bien el nombre de pan chapata, está claro. - Mientras tanto, vamos precalentando el horno a máxima potencia, en mi caso a 250º.
- Metemos las cibatta en el horno, manteniendo la potencia a 250º durante 15 minutos, transcurridos los cuales lo bajamos un poco, a 230º. Horneamos durante otros 15 o 20 minutos hasta que estén tostaditas, sin llegar a quemarse.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Disfrutamos saboreando nuestro pan en rebanadas, mojando en la salsita del guiso del día o con un poco de un buen aceite de oliva.
Sugerencias:
- Una de mis barras, como veis en la primera foto que ilustra la entrada, la rellené con cebolla caramelizada. Queda ideal para unas tostas con queso de cabra; una pena que no les sacara fotos, pero doy fe de que estaban buenísimas y es que el dulzor de la cebolla caramelizada combina perfectamente con el sabor intenso del queso de cabra. Un entrante perfecto.
Si queréis hacerlo así, tenéis que tener la cebolla caramelizada preparada con antelación y, llegado el momento de formar las barras de nuestras chapatas, mezclarla con la masa teniendo cuidado de no amasar demasiado porque, como dije anteriormente, una de las cosas buenas que tiene este pan (además de lo rico que está) es que no requiere amasados.
¿Os ha gustado este pan? Pues no os perdáis todos los que han preparado mis compis del Desafío en la cocina; podéis verlos aquí. Estoy segura de que os van a entrar ganas de hacer más de uno.
Y no olvidéis que el 20 de febrero (huyyyyy, casi coincide con mi cumple) habrá nueva publicación del Desafío en la cocina, esta vez será algo dulce que nos propondrá Mª Luz, de Trasteando en mi cocina.
No sé si será correcto el plural, pero lo que si me parece fantástico es ese relleno de cebolla caramelizada, chiquilla, con lo que me gusta
ResponderEliminarBesitos
Pues nada, ya sabes, una vez que una mete la zarpa en esto del pan, no hay manera de parar ;)
EliminarYo me quedo con la que lleva la cebolla,puedo imaginarme untada con paté o queso tiene que ser delicioso,me gusta mucho, yo también tenía ganas de empezar a hacer panes, y en este desafío vamos a aprender mucho....besitos
ResponderEliminarA aprender mucho y a tener multitud de recetas para continuar experimentando.
EliminarUna rebanada del de cebolla para ti.
que rico con ese aceitito!!!!, y el de cebolla ya ni te cuento!! geniales!! bikossss
ResponderEliminarSí, las dos variedades estaban muy ricas, pero el de cebolla tenía un toque especial.
EliminarBesitos.
Me gusta mucho el toque de la cebolla carmelizada, aunque seguro que para mis cachorrillos como para los tuyos mejor sin ella. Un saludo.
ResponderEliminarClaro, por eso preparé una barra sin cebolla, por los cachorritos ;)
EliminarQue bueno, ademas me encanta la cebolla caramelizada ;)
ResponderEliminarPues anímate, que tú también eres de panes, ¿no?
Eliminarno soy muy amante de la cebolla pero la foto del corte con el aceite..qué hambre!!
ResponderEliminarPara ti un trocito sin cebolla.
EliminarQue conste que a mí la cebolla, en general, tampoco me va demasiado. Pero así, caramelizada, me encanta.
No te preocupes de si es correcto el plural, que el nombre es lo de menos porque yo cuando he visto que llevaba cebolla caramelizada ya me ha conquistado
ResponderEliminarVeo que la cebolla ha triunfado, me alegro.
Eliminarte ha quedado genial !!!!! impresionante con la cebollita.... uff q hambre
ResponderEliminarSí, a mí también se me abrió el apetito de ver tanto pan rico rico.
EliminarLa cebolla caramelizada me gusta mucho asín que en el pan tiene que estar de vicio, una pinta riquísima. saludos. :-))
ResponderEliminarDe vicio completamente.
EliminarSaluditos ;)
Madre mía, me has ganado con la cebolla caramelizada. Por Dios, qué bueno tiene que estar. Me lo apunto en "urgentes"
ResponderEliminarBesinos
Gracias.
EliminarSi lo haces, avísame (para que me dé envidia a mí de vuelta y vuelva a animarme jijiji)
Besos.
La chapata es uno de mis panes favoritos, le has dado un toque espectacular.Besos.
ResponderEliminarCarmela, viniendo eso de ti, me parece un gran halago.
EliminarGracias.
Te han quedado estupendas. Me encanta la chapata y alguna vez la he hecho es genial para unos bocatas
ResponderEliminarSí, menudos bocatas de merienda se metió el cachorrito mayor con estas barras (con la de sin cebolla, en realidad). Tienes razón.
EliminarMe encanta el aspecto q tiene y la q lleva la cebolla me atrae un monton pero q la masa sea tan pringosa me da un noseque...
ResponderEliminarBesinos
Es muy pringosa sí, pero no hay que toquetearla mucho: este pan se amasa mucho menos que cualquier otro (cualquier otro que yo haya preparado, que conste).
EliminarBesos.
Ñam ñam mmmmm si es que lo huelo, que rico se ve besotes
ResponderEliminarEstaba, estaba rico, sí.
EliminarMe encantan las dos versiones, pero tengo que confesarte que el que lleva cebolla caramelizada, desde que lo vi, me robó el corazón... ¿puede robarte el corazón un pan? jeje
ResponderEliminarUn beso enorme.
Puede, puede robártelo ;)
EliminarPara allá que te mando una rebanadita.
Besazos.
Pues si que la masa es bien pegajosa, pero el resultado es espectacular y encima relleno de cebollas, toda una delicia. Me gusta mucho como te quedo de aireado el pan, se ve en los agujeritos que lleva la miga. Y si podría ser una idea perfecta para hacerlo en verano sin preocuparnos por los levados.
ResponderEliminarEso mismo pensé yo, que en el calurosísimo verano madrileño preparar este pan va a ser una gozada ;)
EliminarQue original el de cebolla caramelizada.... pero yo no tengo pacientcia para reposar 24 horas... la verdad que os admiro...
ResponderEliminarAl revés, Mar, el hecho de que tenga reposos largos a mí me permite organizarme. A diario no tengo tiempo de hacer panes que requieran estar demasiado pendientes de ellos porque también trabajo fuera de casa. Por eso me decanté por esta receta en particular para el desafío.
EliminarQue bueno, con lo que me gusta la cebolla caramelizada. Bss
ResponderEliminarBesos también para ti.
EliminarHola Veronica!!!te ha quedado espectacular..y eso que la masa es muy pegajosa y hay que trabajarla mucho..felicidades..
ResponderEliminarBesets
¡Qué va! Al contrario, no es una masa que haya que mover, trabajar ni amasar demasiado. El resultado sorprende también precisamente por eso.
EliminarYo me quedo el de sin cebolla, que la cebolla no me va mucho jeje tiene un corte fenomenal, se ve delicioso
ResponderEliminarPara gustos, ya sabes... Así que sin cebolla para ti.
Eliminaryo pensaba que para fermentar tenía que ser en ambiente cálido.....no veas todo lo que estoy aprendiendo en este grupo
ResponderEliminarun beso compi
No siempre Lidia. Los ambientes cálidos hacen que la fermentación sea más rápida y dependiendo del pan puede ser bueno retardar esa fermentación en lugares frescos o, incluso fríos, como ves en esta receta. Pero el hecho de que el levado se haga en frío hace que este tenga que ser mucho más prolongado: de ahí que tenga que estar al menos 8 horas en el frigorífico.
EliminarUn besazo.
ay... que pinta más buena por favor!!! con esa cebollita... se me ha heccho la boca agua!
ResponderEliminarPero que bueno, con cebolla caramelizada, de lujo te ha quedado.
ResponderEliminarMadre mia otro pan para comerselo solito, este no necesita compañia, con esa cebolla tiene que tener un sabor espectacular. Mil besicos
ResponderEliminarQue pan más original!!! Y que buena pinta que tiene. Delicioso
ResponderEliminarBesotes
Hago muy a menudo chapatas para el desayuno pero con cebolla, tiene que estar de muerte!!!un abrazo!
ResponderEliminarQue rico, con lo que me gusta la cebollita caramelizada!!!! Y en esa foto con el aceite yo le pongo jamon y soy feliz, jeje!
ResponderEliminarBesitossssssssssssss