Este fin de semana he vuelto a hacer barra de pan. En esta ocasión de harina blanca, sin más, porque la cachorrita estaba malilla con la tripa y me pareció el más adecuado para que ella también pudiera comerlo, dado que el resto de las harinas "raras" que tenía en la despensa de casa eran integrales.
Mirad qué miga más jugosa y más alveolada salió.
Estaba de rechupete.
La receta es la mía estándar, utilizando:
- 180 ml. de agua
- 330 gr. de harina (en esta ocasión, harina blanca, sin más)
- una cucharadita de sal
- un chorro de aceite de oliva
- 7 gr. de levadura fresca.
Programé la panificadora en el menú 1 (pan básico) pensando que no me iba a dar tiempo de darle forma de barra y continué trajinando por la cocina. Cuando terminó el segundo amasado, vi que sí tenía un ratito para formar el pan, así que lo saqué, le di forma las dos barras y lo dejé levar otras dos horas más o menos, tapado para que no se resecara.
Antes de meterlo al horno precalentado, lo espolvoreé con un poquito de harina para darle ese aspecto un poco más rústico.
En el horno estuvo una media hora a 200 º aproximadamente.
Es importante que, al sacarlo del horno, lo coloquemos en una rejilla para que se enfríe sin que se ablande la parte inferior de la corteza.
Tendríais que preguntarle al cachorrito cómo estaba el bocata de la merienda, ñam, ñam.
Que buena pinta con la corteza dorada.Yo también me he animado a hacer mi propio pan, espero que me dure para varios días. Echale un ojo aver que te parece y me comentas. Un saludo.
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