Después de varias semanas con el blog cerrado por vacaciones, reemprendo la andadura con una receta dulce para hacernos más llevadera la vuelta al cole.
Los cachorritos aún disfrutan de unos días de tregua, pero sus papás no, así que este bizcocho de lima, fresco y suave a la vez (parece contradictorio, pero no lo es, ya lo veréis) es perfecto para desayunar en la oficina o en casa estos días en los que aún aprieta el calor.
La receta está basada en la de mi amiga Patricia, del blog El trasgu de las galletas. Os recomiendo muchísimo que lo visitéis porque es una estupenda cocinera y una magnífica repostera. Así ha salido de rico el bizcocho.
Pero yo lo he hecho solo con claras de huevo (de ahí el color tan blanquito del bizcocho, aunque es una pena porque en las fotos no se aprecia del todo) porque las yemas las utilicé para hacer el helado de tiramisù; he compensado con un poco más de líquido al añadir el zumo de una lima lo que, además, intensifica su sabor.
Delicioso. No os digo más y os dejo directamente con la receta.
Ingredientes:
- 1 yogur griego (Patricia lo hace con nata)
- 1 lima
- 230 gr. de azúcar
- 180 gr. de harina
- 50 gr. de mantequilla
- 70 ml. de leche
- 3 claras de huevo
- 1/2 sobre de levadura tipo royal
- Para la glasa: azúcar glass y el zumo de media lima.
Preparación:
(la receta está hecha con la panificadora; se puede hacer de forma tradicional,
os lo explico más abajo)
- Lavamos bien la lima, rallamos la cáscara -solo la parte verde, sin llegar a la blanca que es la que amarga- y la exprimimos. Reservamos.
- Seleccionamos el programa de dulces de nuestra panificadora. Dependerá del modelo. Y la ponemos a trabajar.
- Con cuidado de no echar nada fuera de la cubeta, echamos en primer lugar el yogur, el zumo y la ralladura de la lima. Vamos incorporando las claras de huevo una a una para asegurarnos de que se están mezclando bien. A continuación echamos la mantequilla y la leche y después, poco a poco, el azúcar, la harina y la levadura.
Vigilamos bien que todo se integre correctamente. Si fuera necesario, nos ayudaríamos de una espátula de silicona para conseguir que todos los ingredientes estén bien mezclados.
Una vez que termine de amasar, podemos quitar la pala amasadora. - Dejamos que la panificadora termine el programa y sacamos la cubeta de la máquina.
No desmoldaremos el bizcocho hasta que se haya templado un poco, para que no se nos rompa. - Mientras tanto, preparamos la glasa, mezclando el zumo de media lima con azúcar glass (unas 4 cucharadas, hasta que tenga la consistencia de una pasta espesa).
- Desmoldamos el bizcocho y, aún caliente, bañamos con la glasa y dejamos enfríar.
¡No dejéis de coger una buena porción de la que lleva glasa "crujiente" por encima!
Observaciones:
Y Si no quieres poner la glasa por encima -no te lo recomiendo, le da un toque súper especial y acentúa aún más el toque cítirico- ten en cuenta que la panificadora no dora los bizcochos, saldrá blanquecino por arriba. Puedes conseguir un efecto más doradito echandole un poco de azúcar moreno unos 10 minutos antes de que finalice el programa y tapando la panificadora durante ese tiempo con un paño de cocina. Echa un vistazo aquí para ver una explicación más detallada.
Y Para hacer este bizcocho sin panificadora, a la manera tradicional, no hay más que mezclar los ingredientes (primero todos salvo la harina y la levadura; cuando estén bien mezclados, incorporamos la harina y la levadura tamizadas si es posible). Se vierte la mezcla en un molde forrado con papel de hornear y se hornea durante unos 40 minutos a 170ºC, hasta que al pinchar con un palito en el centro del bizcocho este salga limpio.
Esta receta aprovecha las claras de huevo sobrante de una receta anterior. Por eso es perfecta para participar en la iniciativa de Marisa, "Reciclando sabores". No dejéis de visitarla para aprender ideas nuevas sobre cómo reutilizar alimentos, los que ella llama "los tristes de la nevera"
¡Feliz vuelta a la rutina!
(qué pereza)
Sí que has sido rápida Verónica en publicar la receta. Gracias por participar con este delicioso bizcocho, me parece de lo más rico y me gusta la idea de sustituir la nata por el yogur griego. Yo utilizo mucho el yogur ya que la nata no la puedo tomar. El sabor de la lima imagino que es diferente al del limón.
ResponderEliminarEl reciclado de claras sobrantes en un bizcocho, es genial porque además de darle esponjosidad, evitamos el exceso de grasas que aportan las yemas. Vamos, que me ha gustado mucho tu bizcocho.
Reciclando Sabores es un proyecto que lo llevo junto a mi amiga Rosalía de Rossgastronómica. Se publica a la vez en los dos blogs.
Buena vuelta y ánimos que desconectar y conectar, siempre cuesta un poquito.
Un beso y gracias.
Mi querida B! Menuda pintaza tiene! me estoy imaginando el saborcillo!!
ResponderEliminarHola Vero !!!! con un trocito de este bizcocho se hace más llevadera la vuelta..Con la pani me gusta,así no encendemos el horno que aún nos calor.Un beso.
ResponderEliminarUffffffffffffffffffffffff B que pinta tiene nena, seguro que con esto se te llevado mejor volver a la oficina. Buena vuelta a la vida real B se fuerte tu puedes guapa.Un beso Vanessa de Il Prezzemolo Tritato
ResponderEliminarAun no me atrevi a hacer bizcochos en la panificadora pero viendo este resultado no tardare, se ve explendido! bicos
ResponderEliminarLo abandonadita que la tengo. Así que esta ricura me la llevo. Además con ese glaseado que tan ricos hace a los bizcochos. Umm apetece un trocito.
ResponderEliminarBesinos
Tiene una pinta buenísima! Mi panificadora es más una bizcochonadora,jajjaja...a ver si me pongo las pilas con el pan. La receta es estupenda, gracias! Bicosss
ResponderEliminarUna forma fantástica de aprovechar las tristes claras, como tú dices. A mí me encantan los bizcochos de claras, además de ser más ligeritos les queda una textura muy buena. El sabor de la lima, genial. Besos
ResponderEliminarYo soy una forafa de los bizcochos y hago muchos en la panificadora porque me parece super cómodo, este tiene que estar muy rico, y con ese glaseado uhmmm, besos
ResponderEliminar