Cupcakes (saludables) de nocilla

Publicado por Unknown el martes, 7 de octubre de 2014 a las 4:39

Cualquier batalla que libremos las madres está perdida de antemano si en nuestro camino se interponen los cachorritos: yo era anti-cupcakes hasta que en manos de la cachorrita pequeña cayó un libro de Alma Obregón y vio, oh despiste mío, unos atractivos cupcakes de nocilla. En ese momento comenzó la campaña de acoso y derribo hasta que consiguió que nos pusiéramos a hacerlas.
No le costó demasiado vencerme, todo hay que decirlo. Y yo le hice las adaptaciones oportunas para que los dichosos pastelitos fueran un poco más saludables: suprimí la mantequilla tanto de la masa de la magdalena, como del frosting (en el primer caso la sustituí por aceite de oliva; en el segundo por queso crema) y utilicé harina integral.
Se podían haber hecho aún más sanas sustituyendo la nocilla comercial por nocilla casera (aquí tenéis la receta), pero a mí ya no me daba tiempo -ni la vida- para más.

Además, me atreví con la manga pastelera porque había comprado hacía poco una boquilla wilton chachi guay y, oye, para ser la primera vez, estoy bastante orgullosa del resultado.

Para las magdalenas:
  • 100 ml. de aceite de oliva
  • 3 huevos
  • 120 ml. de leche (yo usé desnatada, pero en la receta pedía semi)
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 100 gr. de harina de todo uso
  • 80 gr. de harina integral
  • 1 cucharadita de levadura en polvo, tipo royal
  • 40 gr. de cacao en polvo (puro, sin azúcar)
  • 220 gr. de azúcar
Para la cobertura:
(con estas cantidades tenéis para rellenar todas las magdalenas y para cubrir 3 o 4; si queréis cubrir todas, tendréis, por lo menos, que duplicar las cantidades)
  • 4 cucharadas de queso crema (philadelphia)
  • 4 cucharadas de nocilla
  • 4 cucharadas de azúcar glass


Bien sencilla, a pesar de lo que pueda parecer.
Pedid ayuda a vuestros cachorritos y pasaréis un buen rato en la cocina con ellos.

  1. En primer lugar mezclamos los ingredientes sólidos por en un bol grande. Podemos tamizar la harina primero.
    Este paso es apto para pequeños cocineros, que le den muchas vueltas hasta que la harina, la levadura y el azúcar se mezclen bien con el cacao y adquiera un tono marroncito claro.
  2. En otro bol mezclamos bien los huevos con el aceite, la leche y la vainilla. Procuraremos que estén bien integrados.
    Si le dejamos esta misión a los cachorritos, es mejor que el bol sea muuuuuy grande para minimizar el riesgo de que todo el líquido termine sobre la encimera.
  3. Vertemos los ingredientes sólidos bien mezclados sobre los líquidos y removemos hasta que quede "como una masa, mamá", sin grumos.
    Si utilizamos unas varillas será sencillo; también apto para manos pequeñitas.
  4. Rellenamos las cápsulas de magdalenas hasta las 3/4 partes y metemos en el horno precalentado a 180º durante unos 10 minutos.
    Antes de sacarlas, comprobaremos pinchando con un palillo, que están bien hechas por el centro.
    Rellenar las cápsulas (y, sobre todo, atinar con la masa dentro de las mismas) es más complicado, pero perfectamente pueden hacerlo los peques. El horno lo manejaremos los mayores.
  5. Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla mientras preparamos la cobertura.
  6. Para hacer la cobertura bastará con mezclar todos sus ingredientes batiendo bien con unas varillas manuales hasta obtener una crema homogénea que meteremos en la manga pastelera.
  7. Cuando las magdalenas estén templadas, vacíamos parte de su interior con un descorazonador de manzanas (mirad aquí cómo se hace) y rellenamos con la crema que tenemos en la manga pastelera.
  8. Ahora la parte que más miedo da: hacer la florecita de arriba, la que da a estos cupcakes su toque espectacular. Pero no es tan difícil, no temáis, ¡si hasta la cachorrita pequeña hizo un par de ellas!
    El truco está en comenzar a hacer un círculo desde la parte central de la magdalena, desde el punto en el que tenemos el relleno. Vamos dibujando, más que un círculo, una espiral desde este dentro, agrandándola cada vez más hasta cubrir toda la superficie de la magdalena, a la vez que apretamos la manga, claro, para que salga la crema. 
Y ecco qua: unas preciosas magdalenas cubiertas con una crema exquisita que se llaman cupcakes. Están muy ricas, muy a mi pesar y son tan bonitas que son perfectas para regalar. No dudo que volveré a hacerlas, pero sí os aseguro, a lo Escarlata O'Hara, que mis coberturas nunca estarán llenas de mantequilla.


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8 comentarios :

  1. que buenísimossss me encantan! además quedaron super cuquis :)
    un beso!
    http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/

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  2. Es que no hay quien se resista a una magdalenita como esta...!!! y es que estan tan ricas con esa cobertura de nocilla... me encantan!! Bs.
    Julia

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  3. estan buenisimos, los hice para un cumple de mi nieta y no quedaron ni las migas, te quedaron chulisimos, bicos

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  4. Ay madre mía, ya me contarás quien puede resistirse a llevarse a la boca un bocado como este. Que ricos con esa cobertura de nocilla y queso, esta delicia dura en casa un suspiro.

    Besines

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  5. hahaha, los cachorritos son lo más!! Yo también tengo el libro ese de Alma, he usado alguna de sus recetas, aunque ahora menos porque también estoy en plena campaña anti ac grasos transhidrogenados, pero la idea de tus modificaciones molan muchoo

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  6. Receta copiada jeje, tengo que probarla porque no soporto la mantequilla!!!!.
    Muchas gracias por compartirla.
    Un beso

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  7. hola guapa., he hecho los cupcakes pero sin el frosting porque a mi nena no le gusta, han volado, están riquísimos, incluso se llevo al cole dos para su profe :)), ahora voy a probar el frosting pero para decorar una tarta, a ver que tal.
    gracias por la receta. besos

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    Respuestas
    1. Me alegro un montón, María, no sabes la ilusión que me hace. Para la próxima, acuérdate de enviarme una foto, que me encantará recibirla y publicarla.

      Gracias, de verdad, y Besotes.

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