Croquetas de gambas

Publicado por Unknown el sábado, 10 de enero de 2015 a las 1:00

Poco a poco vamos retomando el ritmo normal después de las fiestas navideñas que nos han dejado agotados, con unos kilos de más y con unas pocas ganas de dulce que no os quiero ni contar. Y eso que a mí los dulces navideños, salvando los nevaditos -que este año ni he catado- y el roscón de reyes -del que me he sobresaturado y aún conservo uno en el congelador- a mí no me van.
Pero siempre hay en las bandejas dulces de navidad bombones, trufas, lacasitos y otras dulcerías a las que sí que no me puedo resistir.
Total, que los pantalones no nos entran y las ganas de dulce están bajo cero. Dentro de poco os diré otra cosa, pero de momento...

Total, que para ir recuperándonos y haciendo frente a la cuesta de enero, la cocina typical spanish para este mes han sido las croquetas, contenedor de reciclaje donde los haya para reutilizar cualquier resto de comida que ya no te apetezca consumir en su formato original.
Desde las sobras del pollo asado del domingo hasta unas espinacas tristísimas que ya están aburridas en la nevera o un trozo de queso de cabrales, pasando por el arreglo del cocido. Todo tiene cabida en unas deliciosas croquetas, solo tu imaginación pone los límites.

Para la ocasión, las he elegido de gambas porque no podemos pasar del esplendor de las fiestas a la cuesta de enero sin un periodo transitorio que nos haga más suave la caída. Y así, aunque ya es tarde, igual podéis dar salida a las gambas que sobraron de la cena de nochevieja o quién sabe, de la comida de reyes, que de todo hay. Y si no, pues las usáis congeladas que son más baratitas.

Tendréis que confiar en mí si os digo que son de gambas: no he conseguido ninguna foto decente del corte.
  • 250 gr. de gambas (pueden ser congeladas)
  • 150 gr. de harina*
  • 600 ml. de leche -algo más si las gambas no son congeladas-
  • aceite de oliva
  • sal
  • un diente de ajo
  • Par el rebozado: huevo batido y pan rallado.
  1. Calentamos 2 cucharadas de aceite de oliva. Sofreímos el diente de ajo y, cuando empiece a estar doradito, incorporamos las gambas. Salteamos a fuego medio hasta que dejen de estar transparentes. Retiramos el diente de ajo y  reservamos.
  2. En una sartén o cazuela de fondo grueso, echamos 4 o 5 cucharadas de aceite. Cuando esté caliente, añadimos toda la harina y dejamos tostar hasta que adquiera un color doratido o marrón claro. Este paso es importante para que la harina pierda el sabor a crudo. Se harán pegotones; no importa.
  3. Incorporamos las gambas con el juguillo que hayan soltado y removemos hasta que se mezcle bien con la harina tostada.
  4. Con el fuego medio-alto, vamos incorporando la leche a poquitos, como medio vaso cada vez. Cuando la harina haya absorbido toda la leche, añadimos otro medio vaso sin dejar nunca de remover para que no se agarre al fondo. Entre tanto, añadimos una cucharadita de sal y continuamos removiendo hasta que la masa obtenga la textrura de una bechamel bien espesita que nos permita luego dar forma a las croquetas.
  5. Retiramos del fuego y dejamos enfríar completamente antes de enrollar las croquetas. Incluso puede hacerse de un día para otro, reservando la masa en el frigorífico. Cuanto más fría esté, más fácil nos resultará.
  6. Ahora solo nos queda la parte más dura del proceso, que es dar forma a todas las croquetas y empanarlas para después freírlas o congelarlas, según necesitemos.
    Se puede hacer con dos cucharas soperas o con las manos. La primera forma es más limpia, pero requiere un poco de técnica; la segunda enguarrina más, pero hasta los cachorritos pueden ayudar.
    Esta vez, siguiendo los consejos de mi amiga Isa, las he hecho con una manga pastelera y no sabéis lo que se gana en tiempo. No hay más que meter la masa en una buena manga pastelera y hacer tiras largas sobre el pan rallado. Luego se cortan con una tijera o con un cuchillo y ¡listas para empanar!
  7. Una vez formadas las croquetas del tamaño deseado, se empanan pasándolas por pan rallado, huevo batido y de nuevo pan rallado.
Al llegar a este punto del proceso, tenemos dos opciones: freír las croquetas o congelarlas. Si habéis hecho las cantidades que os he indicado, o tenéis un regimiento para comer en casa o podéis congelarlas e ir friéndolas después poco a poco según os vayan haciendo falta.
Se trata de una opción estupenda para dar de cenar a los cachorritos en días de apuro o simplemente porque suelen encantarles las croquetas.

Para freírlas: Se sacan directamente del congelador y se fríen en abundante aceite muy caliente, procurando no echar muchas croquetas de una vez para que no baje de golpe la temperatura del aceite y se nos puedan abrir. Un truquillo para saber si están hechas por dentro es pinchar una de ellas con una brocheta con cuidado porque puede salirse el relleno por el orificio si está muy blandito.
Si están descongeladas, se fríen igual, pero tardarán bastante menos.



* La cantidad de harina es orientativa. Puedes añadir algo más para espesar la bechamel, va a gustos, pero no abuses porque si no la tuestas desde el principio, puede tener demasiado sabor a crudo.
Si hacemos las croquetas con un robot tipo My Cook o Thermomix ahorramos mucho tiempo, pero les encuentro una pega: los ingredientes se trituran, por lo que sale es imposible encontrar algún tropezón de nada. La textura sale ideal, para mi gusto, perfectas, pero sin trocitos (receta de croquetas de salmón aquí). A mí, personalmente, no me importa.
Esta vez las hice como las hacía antes de tener la My Cook (cómo hacer masa para croquetas aquí), por ser una ocasión especial, pero de ahora en adelante, para algo la tengo: para ahorrarme trabajo. Probaré algún truquillo a ver si soy capaz de conseguir los ansiados tropezones y si no, sin ellos. Total, a los cachorritos les encantan de todas maneras y son ellos sus principales consumidores...

No me enrollo más, os dejo con el resto #croqueteandoTS con el resto de sugerencias de mis compañeras. Podéis verlas pinchando aquí.
¡Feliz fin de semana!
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8 comentarios :

  1. Riquísimas y con una presencia estupenda.

    Besos

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  2. Me parecen unas croquetas fantásticas y llenas de sabor! Deliciosas... El truco de la manga pastelera no lo he probado pero tiene que ayudar bastante. Jijiji!

    Tengo nueva receta:

    http://micocinitadejuguete.blogspot.com.es/2015/01/croquetas-de-pollo-asado.html

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  3. Confio en que son gambas. Te han quedado estupendas.

    Besos

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  4. Has hecho unas croquetas de fiesta Total!! seguro que no te quedó ni una!! Por cierto ese truco de la manga pastelera no lo sabía, mira tú que lista es mi Isa!! lo probaré. Bs.

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  5. Estupendas, es que a mí me gustan todas todas las croquetas... Y además son tan socorridas...

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  6. Te han quedado genial y seguro que riquísimas :)
    Besos

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  7. Se ven muy ricas y seguro que super cremosas. La verdad es que sí son ideales para los peques.. porque si no se ven los tropezones y además están comiendo marisco.. pues fenomenal!

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