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Pollo asado con níscalos

Publicado por Unknown el lunes, 15 de diciembre de 2014 a las 1:00

El pollo asado es un básico en todas las cocinas. Sencillito, económico y muy versátil, el que os traigo hoy está enriquecido con níscalos silvestres recolectados por los abuelos de los cachorritos.
Hoy en día en (casi) ninguna mesa navideña se sirve pollo asado; se ha sustituido por otras cosas más elaboradas, más sofisticadas y, sobre todo, más caras.
Pero yo recuerdo que mi abuela nos contaba cuando éramos pequeñas que en su infancia, comer pollo en navidad era una fiesta porque pocas veces podían acceder a este alimento de lujo entonces, básico hoy.
Lo malo es que parece que hemos vuelto atrás en el tiempo y hoy en día muchas familias lo pasan francamente mal para llevar a la mesa cualquier cosa.
Así que, ¿por qué no comer pollo asado en navidad? Los níscalos son caros (muy caros), así que si no se han podido recolectar en el monte (lo cual abarata el plato considerablemente), pueden sustituirse por champiñones, más económicos y que también le dan un puntito al pollo. A mí el champiñón me encanta.

  • cuartos traseros de pollo. Uno por persona. Se puede usar pechuga, pero en casa nos gusta a todos más el muslito porque es más jugoso.
  • una patata pequeña por persona
  • un puñado de níscalos (o champiñones)
  • aceite de oliva
  • un vaso de vino blanco
  • sal
  • hierbas aromáticas al gusto
  1. Pelamos y lavamos las patatas. Las cortamos en rodajas de aproximadamente medio centímetro y las disponemos en el fondo de una fuente de horno.
    Salpimentamos al gusto y regamos con un chorrito fino de aceite de oliva.
  2. Sobre ellas colocamos el pollo y los níscalos bien limpios.
    He escuchado diferentes teorías sobre cómo limpiar los níscalos: hay quien dice que con un trapo húmedo nada más... si tienen mucha tierra, ¿cómo la sacas?
    Otros dicen que bajo el chorro de agua corriente, pero nunca sumergirlos.
    Lo que sí está claro es que una vez lavados deben cocinarse inmediatamente porque enseguida enmohecen.
  3. Disponemos los cuartos de pollo sobre la capa de vegetales, con la parte de la piel hacia arriba.
    La piel es otra gran controversia, hay a quien le encanta (el cachorrito mayor se come la piel crujiente como si fuera una delicatessen) y hay quien la aborrece y la quita antes de cocinar el plato.
    A mí no me gusta mucho pero no recomiendo quitarla antes de cocinarlo por varias razones. Una de ellas es que la piel le aporta jugosidad al pollo. Se dora, pero no permite que la carne quede seca. Por el contrario, si se quita la piel, a falta de esa capa protectora, la carne se secará más.
  4. Regamos con el vaso de vino, salamos bien el pollo para que al hornearse la piel se quede crujiente (podemos usar sal gruesa) y aderezamos con las hierbas aromáticas elegidas. En este caso, romero que acentúa el sabor a monte de los níscalos y le da un toque genial.
  5. Horneamos a 150º durante al menos 90 minutos. Es importante comprobar que la carne esté bien cocida por dentro y las patatas tiernas antes de sacar la fuente del horno.
La ventaja que tiene este plato es que casi se cocina solo y que se puede preparar con cierta antelación para darle un golpecito de horno justo antes de la cena.

Como postre os recomiendo estas copitas de limón y para la sobremesa, una vasito de Baileys casero con algún turrón.





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4 comentarios :

  1. Simplemente delicioso!!
    Un besito desde Las Palmas y feliz semana.

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  2. Que rico plato, me encantan los nos altos y cualquier esta , este plato se ve delicioso.
    También me ha gustado el turrón de lacasitos.
    Besos y felices fiestas, crisylaura.

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  3. Joooo tiene que estar buenisimo, enhorabuena, sigue así, un beso.
    LAS DELICIAS DE MAYTE

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  4. que asado de pollo tan rico! los niscalos le van genial bicos

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