Solomillo Wellington con cebolla caramelizada

Llevaba yo con ganas de preparar este solomillo desde hacía varios meses, cuando lo vi en el blog de Desafío en la cocina, al incorporarme al grupo. Fue una de estos flechazos culinarios en los que ves una receta y sabes que la vas a preparar, que tienes que hacerla en un momento u otro porque sabes que está buenísima, aún antes de probarla.

Lo cierto es que hace ya tiempo que lo hice, fue para la celebración de mi cumple con toda mi familia. Cinco solomillos preparé, ahí es nada. Y fue un éxito, de verdad. A todo el mundo le encantó y no es para menos porque, además de ser muy vistoso, está bien rico.

Ingredientes:

(cada solomillo servirá para 4 o 5 personas, dependiendo de la guarnición o primer plato que pongáis y del saque que tengan los comensales) Yo daré ingredientes para 4-5 personas, es decir, un solomillo, aunque ya digo que preparé 5.

• Un solomillo de cerdo
• Una plancha de hojaldre (tengo unas ganas tremendas de ponerme a hacerlo casero, pero aún no he podido; de momento me apaño con el que venden congelado o refrigerado)
• Media cebolla caramelizada
• 3 o 4 lonchas de beicon
• Huevo batido para pincelar.

Elaboración:

• Lo primero que tenemos que hacer es sellar la carne, para evitar que al hornearse salga el jugo, nos humedezca el hojaldre y nos estropee el plato.
  Para ello calentamos un chorrito de aceite en una sartén lo suficientemente grande como para que quepa el solomillo entero, salpimentamos al gusto el solomillo y lo doramos bien por toda la parte exterior, sin quemarlo. El solomillo no debería de tener partes grasas, pero si tiene alguna, es mejor quitarlas.
  Reservamos, dejando que se enfríe un poco.
• Extendemos la plancha de hojaldre. Dependiendo de la marca tendremos que estirarla con el rodillo o no. Puestos a comprarla congelada o refrigerada, mejor fijarnos en que esto no haga falta, por comodidad. Recortamos unas tiras para la decoración y las reservamos.
• Sobre el hojaldre disponemos las lonchas de beicon y la mitad de la cebolla caramelizada; encima de esta el solomillo sellado y el resto de la cebolla por encima de la carne.
• Cerramos el hojaldre como si fuera un paquetito poniendo el cierre en la parte de abajo, sobre la bandeja de horno que tendremos forradita con papel parafinado.
• Decoramos con las tiras que habíamos reservado y pintamos con huevo batido.
• Metemos al horno, previamente precalentado, a 200ºC aproximadamente hasta que el hojaldre esté doradito.
• Se sirve calentito, cortado en rodajas más bien gruesas para que no se nos rompa al cortar.

Sugerencias:

Lo que más me gusta de esta receta es que admite tantas variantes como la imaginación de cada cual sea capaz de concebir. Podéis echar un vistazo al blog del desafío para comprobarlo. Pero es que a mí la cebolla caramelizada me tiene el corazón conquistado para según que cosas, así que esta versión me encantó.

Para los cachorritos hice versión infantil prescindiendo de la cebolla y dejando solo el beicon.

Otra opción es envolver en hojaldre filetes individuales o trozos más pequeños de solomillo. Tiene que quedar precioso servido en el plato un "mini wellington" individual. Para la próxima, probaré esta versión.

Si os sobra un trozo y queréis comerlo otro día podéis hacerlo, pero cuidado con el método que usáis para calentarlo porque si lo hacemos en el microondas, por ejemplo, el hojaldre se reblandecerá y ya no estará tan rico.

Y a veces, encender el horno para un trozo chiquitín, da pereza. Es mejor utilizar una rustidera o algún grill pequeñito que tengáis en casa. Yo, por falta de uno, tengo dos y ahí fue donde lo recalenté para la cena del día siguiente; de ahí que en la foto que ilustra esta entrada la cebolla esté también tostadita. Porque, como comprenderéis, el mismo día del cumple me fue del todo imposible ponerme a fotografiar.

Aún estáis a tiempo de prepararlo para comer este fin de semana, de verdad que merece la pena, así que animaos.

¡feliz sábado!

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